La utilización de grabaciones telefónicas obtenidas de manera delictual como arma política fue una practica quintorepublicana, y ahora también un hecho reiterado en la Venezuela de estos tiempos revolucionarios. Con absoluto desparpajo parlamentarios u operadores políticos exhiben ante el país lo que no podía ser conseguido sino mediante las malas artes del “pinchazo” telefónico, penado expresamente por una ley de la Republica desde los tiempos de Pérez II, cuando hubo una verdadera oleada de transcripciones de conversaciones de este tipo hechas ilegalmente. Es un subproducto del cual cada quien se sirve a conveniencia, según el interés del momento y poniendo, por supuesto, el ojo donde quiere poner la bala. Y allí si es verdad que no hay ingenuidad política. Los parlamentarios lo hacen a conciencia de que tienen un fuero parlamentario, y con ellos no hay confusión: estan haciendo su trabajo politico, sucio si, pero ese no parece ser “el piojo que desvela” a los protagonistas. Mas recientemente los “pinchazos”a los correos electrónicos también comienzan a ser famosos. Los mas agujereados parecen ser el de Ezequiel Zamora y Sobella Mejías.

Pero, ojo, otro es el riesgo que, por lo visto, corren los periodistas, cuando utilizan este material producto de métodos “non sanctos”. Se pueden ver envueltos en un vaporón, sobre todo en estos tiempos de áspera confrontación política, y sin el fuero, la inmunidad o la impunidad de los parlamentarios. Ya tenemos que lamentar el caso del colega Ernesto Villegas, periodista estrella de Venezolana de Televisión, a quien le expresamos toda nuestra solidaridad y eso que lo que hizo fue “refritar”, según ha dicho, la muy bien informada pagina Aporrea.com . Deseamos sinceramente a Villeguitas salga bien librado de los laberintos judiciales por los que lo quieren introducir los doctores Escovar Salom y Escovar León. Ernesto, por supuesto, no esta solo, todos en el gremio periodístico (CNP, SNTP, CNP-DF, etc.) estamos vigilantes y prestos a la mas activa solidaridad.

Aporrea, por cierto, es la mas privilegiada y efectiva recipendiaria de las transcripciones de este tipo. Se cuentan por decenas de miles las entradas a ese webside para leer u oír la conversación de José Domingo Blanco con su señora madre. Aporrea ahora mismo acaba de ser demanda por José Gregorio Ochoa, a quien le grabaron una conversación telefónica con Enrique Ochoa Antich, el día de la marcha en la avenida Victoria, en la cual le decía que … Alto!. Ya íbamos a exponernos nosotros también y nunca se sabe quien esta al asecho. Ojo, pues, que la ley parece dirigirse a castigar no a quien mete la clavija o el “caimancito”, sino a quien revela el contenido de lo espiado.
22-02-04

http://www.sntp.org.ve/NOTI55.htm