¿Donde está Bustillos?

Manuel Isidro Molina

El coronel de la Fuerza Aérea Venezolana (r) y abogado Silvino Bustillos habría sido "asesinado en los sótanos de la DIM" (Dirección de Inteligencia Militar), la noche del domingo 31 de octubre, día de su captura, presuntamente sometido a maltratos físicos y morales que le habrían provocado la muerte súbita. Su ingreso no habría sido registrado oficialmente en el despacho de inteligencia del Ministerio de la Defensa y de la Presidencia de la República, pero todos los oficiales y subalternos de guardia tendrán que responder ante la justicia, porque la orden de captura del dirigente del Bloque Democrático fue impartida y debe estar asentada en el libro de operaciones y novedades del día. No tienen escapatoria: estamos, supuestamente, ante el primer caso de asesinato político gubernamental durante el mandato del presidente Hugo Chávez Frías, similar a las "desapariciones" de los dirigentes de izquierda Alberto Lovera, del Partido Comunista de Venezuela (PCV), y Jorge Rodríguez, de la Liga Socialista (LS), ocurridas bajo tortura durante gobiernos del puntofijismo.
Bustillos, según denuncia de sus familiares y copartidarios del derechista Bloque Democrático, fue apresado el domingo 31 de octubre por una supuesta "comisión de la DIM", pero las autoridades militares "no han dicho esta boca es mía... como si no fuera con ellos".
Tengo plena conciencia de la gravedad de esta denuncia, pero la asumo responsablemente, hasta que Bustillos aparezca vivo o muerto, porque de eso se trata: en Venezuela, no podemos regresar a los tiempos de impunidad para los responsables de la tortura y el asesinato a mansalva de los opositores políticos, cualquiera sea su condición o militancia política e ideológica.

El vicepresidente José Vicente Rangel tiene que dar la cara, por razones obvias; también, los dirigentes "de izquierda" que militan en las diversas tendencias gubernamentales y claman -con justicia- por el castigo a los asesinos del pasado y por la reivindicación moral de los torturados-desaparecidos durante diversos gobiernos puntofijistas.
No se trata de amarillismo periodístico o pantallerismo politiquero: es la vida de un ser humano, en este caso el coronel Silvino Bustillos, con quien no he tenido afinidad política alguna, por ser él un hombre articulado con el cenáculo ultraderechista y golpista llamado "Bloque Democrático", no sólo implicado en el golpe de Estado del 11 de Abril de 2002, sino en la saga subversiva que tuvo como escenarios estelares la "Plaza Altamira" y el paro petrolero-empresarial del 2 de diciembre de 2002 al 2 de febrero de 2003, cuyas consecuencias todavía el país sufre, y seguramente sufrirá durante la próxima década.

FUENTE SECRETA

Mi fuente informativa es secreta, periodísticamente hablando. Y lo será siempre. Para mí, es de alta confiabilidad:
-Al coronel Bustillos lo mataron en los sótanos de la DIM.
-¿Cómo?
-Lo mataron... se les murió la misma noche del domingo.
-¿Cuándo?
-La noche del domingo, el mismo día que lo agarraron preso.
Esa primera versión me fue suministrada el martes 2 de noviembre. Traté de confirmarla con algunas personas, entre ellas Douglas Bravo, quien podría ayudarme a despejar dudas, por lo delicado del asunto, pues se trata de una grave imputación a un organismo de inteligencia del Estado. Horas después, se comunicó conmigo la señora Ada Bustillos, prima del coronel desaparecido, pues se había enterado de la versión que yo estaba cotejando: le informé y le solicité no alarmar a la esposa del oficial, tratando de dar tiempo a que se aclararan los hechos.
Por experiencia en la lucha política frente a regímenes violadores de los Derechos Humanos -incluidas amargas historias familiares, por muchos conocidas-, le recomendé a la familia Bustillos, acudir urgentemente a la Fiscalía General de la República, la Comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional y a la Vicepresidencia Ejecutiva de la República, primero para paralizar la tortura y otros vejámenes, si fuera el caso, o para comenzar a desmontar la articulación criminal de los implicados en el supuesto asesinato bajo tortura.
También se comunicó conmigo el coronel (GN) Hidalgo Valero, coterráneo trujillano, quien quiso conocer mi versión, pues no sólo es abogado sino integrante del Bloque Democrático y pugnaz opositor, contra quien existen veladas y abiertas amenazas de muerte. Fue uno de quienes acompaño a la señora Yveittis González de Bustillos, en las penosas gestiones que ha realizado la familia del coronel "desaparecido", desde el domingo 31 de octubre.

RECONFIRMADA LA VERSIÓN

Sin dudar del asesinato policíaco-militar, como una posibilidad inesperada o no ordenada por nadie, desde las altas esferas del gobierno y del Ministerio de la Defensa, traté de reconfirmar la versión:
- Yo no la estoy inventado, ni deseo que el coronel esté muerto, pero la información me la transmitió un tipo bien conectado, desde Estados Unidos.
-¿De dónde?
-Es un tipo que nunca se pela, siempre tiene buena información
-No me digas quién es, pero sí cuánta credibilidad tú le asignas.
-Mil, nunca se pela.
-¿Seguro?
-Te lo voy a decir: es un agente de la CIA, de esos que tienen infiltra-dos en todas las policías nuestras. Es un agente internacional de la CIA, que se la pasa viajando de Estados Unidos para varios países, como Venezuela, Perú, Panamá, etcétera. -¿Y qué fue lo que te dijo?
-Que el tipo se les murió, la misma noche del domingo, en los sótanos de la DIM. Así como lo estás oyendo.
-La DIM ha negado que haya estado preso Bustillos, en sus instalaciones.
-Sí, pero la verdad es que lo mataron, hermano, créamelo. No registraron el ingreso, pero se les murió allí adentro, no sé si un infarto o qué, pero se les murió, como se lo estoy diciendo. Después, tuvieron que sacar el cuerpo y lo enterraron o botaron por allí, tenían desaparecer el cadáver.
-Eso es muy grave...
-Sí, pero ese hombre que me llamó nunca se pela, ni tiene por qué andar inventando. Por eso es que te llamé, el manes, la única persona a la que le he contado el asunto, porque sé quién eres y cómo te respetan...
-Aunque posible, no es que no lo crea, pero tengo que tratar de verificarlo, por alguna vía.
-Verifícalo, y nos hablamos.

NO EXISTE VERSIÓN OFICIAL

Salvo la sórdida negativa de la DIM, no ha habido pronunciamientos específicos ni del gobierno, ni del Ministerio de la Defensa, ni de la Fiscalía General de la República, salvo lo relativo a la apertura de la investigación, al igual que en la Asamblea Nacional, escenario en el cual tendrán que dar respuestas, entre otros, el ministro de la Defensa, Jorge Luis García Carneiro, y el director de inteligencia militar.
Por parte de la familia, sólo ha habido angustiosas expectativas y temores, fundados temores, que Bustillos haya corrido la peor suerte. Algunos no dudan en sugerir o imaginar la hipótesis del asesinato político, pero por parte de "los mismos compañeros de él del Bloque Democrático". Queda en manos de las autoridades, despejar dudas, comprobar los delitos e imputar a los responsables materiales e intelectuales tanto de la detención (o secuestro) ilegal de Silvino Bustillos, como de su supuesta muerte bajo tortura, la peor y más lamentable de las hipótesis.
Una semana después del secuestro del coronel de la Fuerza Aérea Venezolana (Aviación, como componente actual de la unificada Fuerza Armada Nacional), siento la responsabilidad política y profesional de informarlo públicamente a la sociedad venezolana y a los organismos nacionales e internacionales defensores de los Derechos Humanos, sin otro propósito que dar cumplimiento a una obligación moral y a las pautas de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Íntimamente, deseo que mi versión sea desmentida por los hechos: que aparezca con vida el coronel Silvino Bustillos. Si no, que caiga todo el peso de la Constitución y las leyes sobre los autores materiales e intelectuales del presunto asesinato.

NO HA VARIADO LA VERSIÓN

A última hora, antes de sentarme a escribir esta columna, volví a sondear a mi fuente:
-No hay variación. El tipo me dijo otra vez, que a Bustillos lo mataron en la DIM. Es más, me dijo que cómo él se había enterado la misma noche del domingo, y aquí todavía no se sabe nada. Tú sabes: ellos tienen gente en todas las policías...
Corresponde a las autoridades confirmar o desmentir, con hechos -no con declaraciones y cumplidos de oficio- esta gravísima versión. Quienes tienen experiencia en materia de Derechos Humanos, entre ellos el vicepresidente José Vicente Rangel, saben perfectamente que inicialmente nunca se tienen más que conjeturas, y mientras más pasan los días se van convirtiendo en hipótesis razonables, como esta que expongo, libre de alguna pretensión amarillista o pantallerismo politiquero.
El Presidente de la República, el Vicepresidente Ejecutivo y el ministro de la Defensa tienen la palabra, y el mando para ordenar una investigación sin esguinces ni evasiones, caiga quien caiga. Ojalá, no sea cierta mi versión, por amor a la vida.
 

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