Fraudes, fraudes. y más fraudes.

Ismael Pérez Vigil

Cuatro son los fraudes de los que somos victimas los venezolanos. Obviamente políticos, que son los que mas nos tocan el alma.

El primer fraude del que somos victimas, todos los venezolanos, es el fraude del Gobierno de Chávez Frías; que embauco y defraudo a millones de Venezolanos -especialmente los que votaron por él- y que pusieron su esperanza en que corregiría el rumbo del país; que creyeron que era verdad eso de que acabaría con la corrupción y que apuntalaría un país en donde se cumpliera la ley, en donde se cumpliera con la Constitución. Esa fue su promesa, pero nada de eso ha ocurrido.

Después de seis años de Gobierno, ha destruido la mitad de la industria y ha llevado al caos a PDVSA y a pesar de contar con los ingresos petroleros más fabulosos de la historia, el costo de la canasta alimentaría sobrepasa los 500 mil bolívares por mes, mientras que el salario mínimo no llega a los 325 mil; la pobreza es hoy mayor que hace seis años, llega al 60% de la población y la pobreza extrema ya pasa del 28%. El desempleo ha aumentado la buhonería o subempleo o empleo informal, para decirlo más elegantemente, se ha disparado, llegando a representar más del 60% de la fuerza laboral; la inflación se ha mantenido en estos seis años por encima de un criminal 20% y la moneda se ha devaluado en más del 400%. En síntesis, ha sido un creador de miseria, que ha incrementado el desempleo, la buhonería, la inseguridad personal, que no ha resuelto ningún problema y que ha generado mucha más.

En lo político, su Gobierno ha sido una maquina destructora de instituciones; casi ha acabado con los viejos partidos, sin construir ninguno nuevo; ha concentrado todos los poderes públicos y minado las instituciones democráticas. Este es un Gobierno -para empezar no es un Gobierno, sino un "régimen"-que fue electo democráticamente, pero que no es democrático; que predica la participación popular, pero que la restringe en la practica; que no tolera la disensión, que persigue con saña a sus opositores, que los discrimina y los reprime; que no tiene vergüenza en reconocer que durante meses persiguió y amenazó a los que firmaron en su contra, pero que ya basta, que ya esta bien, que ya eso paso. Gobierno encabezado por un líder, que no es tal, sino un caudillo, que toma medidas populares, sin duda, para resolver acuciantes problemas de pobreza, pero que en realidad son medidas populistas y por eso no todo el pueblo esta con él, porque -como alguien bien dijo en días pasados- en Venezuela no hay cuatro millones de oligarcas ricos, que fue el número de votantes que solicitamos la revocatoria de su mandato. Un Gobierno que habla en contra del imperialismo en foros internacionales, pero que realiza con el fabulosos negocios -en más del 70% ha crecido el comercio con los Estados Unidos en 2004- y que amenaza con tomar medidas imperialistas contra los que son más débiles, por ejemplo algunos países de Centro América y el Caribe. Naturalmente el segundo fraude al que estamos sometidos los venezolanos y que es un fraude continuado, es el Fraude del CNE, que ahora espera perfeccionar a mejor escala, con los cuadernos electrónicos. Este es un fraude que se inicio con la aprobación por la Asamblea nacional de la ley Orgánica del Poder Electoral en la cual se desplaza a la sociedad civil de su Comité de Postulaciones, contra lo establecido en el artículo 296 de la Constitución y algunas sentencias del Tribunal Supremo, adicto también al régimen. Fraude que continuo el TSJ al consultar únicamente a sectores políticos y al adoptar criterios políticos para designar a sus integrantes y al no permitir que la Asamblea Nacional intentara, siquiera, llegar a un consenso para designarlo recientemente. Un CNE que ha alterado el Registro Electoral, el cual ha crecido de manera desmesurada y contra la tendencia estadística de los últimos 30 años. Un CNE que tomo decisiones para impedir el referendo revocatorio presidencial o para retrasarlo, durante más de un año, para dar tiempo al Gobierno de reconstruir su imagen ante los electores. Que entregó al Presidente de la República la lista de los firmantes en su contra y que no impidió que esta se publicara -inescrupulosamente- para atemorizar a los que solicitaban el referendo revocatorio. Que no permitió ninguna auditoria imparcial, profunda, de los programas de votación, del Registro Electoral y de los programas de totalización de los votos. Que no ha hecho ningún esfuerzo significativo de transparencia para incrementar y defender el derecho al voto, sino que por el contrario arremete a quienes lo cuestionan, desecha las críticas e impide de manera sistemática la observación nacional e internacional.

Otro fraude, que acosa y del cual son victimas un tercio de los venezolanos, es la situación interna y especialmente los comicios internos del MVR y los partidos de la coalición gubernamental. Con escepticismo recibimos unas insólitas declaraciones de William Lara: "Acordamos acelerar el proceso de transformación del MVR para convertirlo en un auténtico partido político orgánico, que no sea sólo la construcción de una maquinaria electoral, sino que cumpla los demás roles propios de un partido y sea un espacio para la formación de líderes y el diseño de políticas públicas, indicó Lara en una rueda de prensa en el MVR." (El Universal, 22 de febrero de 2005), pero, repuestos de la sorpresa de que el líder del MVR reconociera que ese partido no es más que una maquinaría electoral, no podíamos dejar de reconocer que era un significativo paso de avance.

Pero los comicios internos pronto fueron publicitados demagógicamente; hasta se llego a decir que habría una "constituyente interna" (Francisco Ameliach, 18 de febrero de 2005), sin embargo, se comenzó a aplazar la fecha de realización, mientras se negociaban algunos cargos con los aliados (PPT, UPV, Podemos, MEP, PCV y partidos regionales) en las planchas a ser presentadas al CNE.

Los comicios, en los cuales se invirtieron mas de
132 millones de bolívares -dicho por sus propios voceros- se realizaron finalmente el 10 de abril, y a pesar de que solo el MVR contaría con mas de 2 millones 100 mil inscritos (William Lara, El Universal 20 de marzo de 2005), en ninguna parte del país se notó ese volumen de votantes y en ninguna parte se llevaron a cabo con normalidad. En todo el país se reportaron problemas y el proceso de votación comenzó después del medio día. No llegaron o no tenían las boletas o no estaban bien elaboradas las listas. Tuvieron que ser suspendidos parcialmente en algunas parroquias en Distrito Capital, Amazonas, Anzoátegui, Carabobo, Falcón, Monagas, Miranda, Nueva Esparta, Yaracuy y en Zulia debieron ser suspendidos indefinidamente; por todos lados llegaban las denuncias de fraude, manipulaciones del censo, asaltos de centros, irregularidades, designaciones a dedo, exclusión de votantes de los listados, insultos, golpes, expulsados, etc. Al final, a pesar de que se habían ofrecido los resultados en tres días, es hoy la fecha en que no se conocen. El último coletazo lo observamos en la Plaza Bolívar de Caracas, el 19 de abril, cuando militantes del MVR irrumpieron en gritos y con pancartas alusivas al fraude que habría cometido el Alcalde Freddy Bernal. Al final, un grupo de Concejales introdujo un recurso de nulidad del proceso interno, ante el TSJ. Es de recordar que allí descansan varios introducidos contra Elías Jaua por el proceso electoral del año 2000 y sobre los cuales aun no ha habido una decisión por parte del TSJ.

Ahora, tras lo ocurrido, habrá que esperar lo que ocurrirá en septiembre, cuando supuestamente los militantes del MVR volverán a las urnas para designar sus autoridades internas. Los voceros de la organización han dicho que esta vez el proceso se realizara mediante elecciones de segundo grado: "En septiembre se eligen los delegados que formarán lo que se denomina un colegio electoral. Por esa razón los dirigentes regionales tienen que trabajar duro porque de allí salen los delegados que formarán un colegio electoral que se llamará Consejo Patriótico Nacional que elegirá al nuevo CTN". (William Lara, El Universal 27 de marzo de 2005). En las pasadas elecciones el MVR selecciono a sus autoridades nacionales en un proceso de "tercer grado", que es una manera muy elegante de decir que fueron "designados a dedo"; o "poco democráticamente", para decirlo todavía más elegantemente.

Pero el fraude que más me afecta es el fraude de la oposición. Los tres fraudes anteriores, el del Gobierno, el del CNE y el fraude al que están sometidos los simpatizantes del Gobierno de Chávez Frías, deberían ser un poderoso motor para que la oposición liderizara una opción creíble, capaz de oponerse a este desgobierno. Pero no es así.

La oposición -partidos y ONG incluidas- se hunde en el tremedal galleguiano de las discusiones pequeñas, de preservar míseras cuotas de poder, de preservar espacios individuales, olvidando el país grande, los grandes objetivos. Lo que siempre se ha dicho, damos la imagen de los borrachos que se pelean por una botella vacía. Nos obnubilamos con una falsa alternativa, votar o abstenernos, sin darnos cuenta que ninguna de esas opciones significa nada por si sola, porque sin unidad no hay manera de que ninguna de ellas sea eficaz. Pero, hemos convertido la unidad en un principio vació, en una excusa para acusar al otro de ser el culpable de que no se logre, para dispersarnos.

¿Si de preservar espacios se trata, que impidió a los partidos más grandes o a los grupos de electores más importantes que hay en el momento, ponerse de acuerdo para defender lo que han conquistado?
Espurios esfuerzos en algunas circunscripciones. Con esa actitud lo único que van a lograr es poner en peligro a sus propios alcaldes y gobernadores, que se verán comprometidos para realizar su tarea. Pero ya es tarde, los candidatos están inscritos, será entonces que nos sentaremos a esperar y contemplar como los terminan de destruir, probablemente es lo mejor que nos pueda ocurrir; lastima que en su caída no se irán solos, sino que nos están cerrando las ventanas de democracia que nos quedan, están minando más la credibilidad en el voto, la poca que queda, la que no ha podido destruir el Gobierno con su CNE; en eso estamos siendo tan eficaces o más, que el propio Gobierno. Le hacemos el juego.

Ojala que lo que esta ocurriendo y lo que va a ocurrir en agosto nos ayude a comprender que tenemos que pasar la pagina y admitir que hemos sido derrotados políticamente y que ahora de lo que se trata es de construir una opción para todo el país. Un movimiento político del cara al futuro, que le ofrezca al pueblo venezolano una alternativa para salir de este marasmo que debe ser un movimiento -para construir una opción de poder- que rompa con los vicios del pasado, sin renegar de él, y que entusiasme al país a superar estos cuatro fraudes que nos agobian.

regreso a documentos