EMBAJADOR JORGE VALERO, REPRESENTANTE PERMANENTE DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA ANTE LA OEA

DISCURSO DEL EMBAJADOR JORGE VALERO ANTE EL CONSEJO PERMANENTE SOBRE EL INFORME DE LA MISIÓN DE OBSERVACIÓN ELECTORAL DE LA OEA, ELECCIONES PARLAMENTARIAS, DEL 4 DE DICIEMBRE DE 2005

1 de febrero de 2006 - Washington, DC

I.- Los cambios democráticos en Venezuela

Venezuela vive un proceso de modernización democrática como nunca antes en su historia. Construimos una democracia participativa que alienta el protagonismo popular. Edificamos un nuevo sistema económico que promueve la justicia, la equidad y la inclusión social. Implementamos un nuevo sistema electoral moderno para garantizar la celebración de elecciones periódicas, libres y transparentes como expresión de la soberanía del pueblo. En Venezuela se profundiza la democracia. En Venezuela estamos en tiempos de revolución.

La automatización del voto y el empleo de nueva tecnología reemplazó a un sistema electoral anacrónico que, por décadas, estuvo al servicio del fraude y la manipulación de los resultados electorales.

Teníamos un sistema electoral diseñado para un país con millones de analfabetos, manipulados por maquinarias partidistas preparadas para escamotear la voluntad popular. Era la época del voto manual.

Con la Constitución Bolivariana, refrendada en diciembre de 1999, nace un nuevo proyecto de país y un nuevo poder electoral. Un Consejo Nacional Electoral (CNE) con independencia orgánica, autonomía funcional y presupuestaria, imparcial, transparente y despartidizado.

II. La excelencia del sistema electoral venezolano: el proceso de automatización.

Nuestro país tiene, ahora, un sistema electoral de los más modernos y avanzados del mundo. La Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política establece, en su artículo 154° que: “El proceso de votación, escrutinio, totalización y adjudicación será totalmente automatizado”.

La plataforma tecnológica consiste en máquinas de votación (99,8% del electorado vota en forma automatizada) y los dispositivos de autenticación biométrica. Es una plataforma que brinda a los electores confiabilidad y permite auditar el proceso en todas sus fases. Es, por tanto, transparente y seguro.

La llamada máquina captahuellas fue utilizada por primera vez en Venezuela durante el Referendum Revocatorio, en agosto de 2004. Se trata de un Sistema Automático de Identificación de Huellas Dactilares que permite autenticar que las huellas dactilares de los votantes asistentes se correspondan a la de los electores inscritos en el Registro Electoral Permanente. Sistema que responde al principio: Una persona, un voto.

Esta tecnología, patentada por una firma estadounidense, ofrece dispositivos de medición biométrica que hoy emplean organismos policiales, de seguridad e identificación de varios países, como Estados Unidos, Jamaica, Chile, Guatemala, Honduras, Italia, Bulgaria, Taiwán, Tailandia, Turquía, Rusia y Eslovaquia, entre otros.

Por cierto, esta misma firma estadounidense, ha sido contratada por la OEA para captar la huella de los votantes y certificar la identidad de los electores, en las elecciones que se celebrarán el próximo 7 de febrero en Haití.

En los últimos cuatro procesos electorales han estado presentes en Venezuela distintas Misiones de Observación Electoral, entre ellas, de la OEA; del Centro Carter; de la Unión Europea; de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (UNIORE); del Consejo Electoral Andino; del Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (CELA); del Instituto Interamericano de Derechos Humanos y su Centro de Asesoría y Promoción Electoral (CAPEL). También han participado como testigos, prestigiosos constitucionalistas, politólogos, juristas y promotores de Derechos Humanos.

Todas estas Misiones han reconocido la transparencia de los procesos electorales en Venezuela, la idoneidad de los funcionarios electorales y la calidad del sistema de votación implementado para el ejercicio de la soberanía. Y han dejado constancia de la excelencia técnica, honorabilidad y profesionalismo del CNE.

III. El Informe de la Misión de Observación Electoral de la OEA

En representación del Estado venezolano, constituido por 5 Poderes autónomos, quiero referirme al informe que nos ha presentado el Jefe de la Misión de Observación Electoral de la OEA, en esta sesión del Consejo Permanente.

El informe constata que las elecciones para elegir la nueva Asamblea Nacional, se realizaron en un ambiente de tranquilidad; que hubo una adecuada preparación y organización de los centros de votación. Reconoce los esfuerzos realizados por el Consejo Nacional Electoral en el cumplimiento de su mandato legal de automatizar el voto.

Expresa también el informe que, a pesar de las garantías ofrecidas por el CNE, un sector de la oposición decidió no concurrir a las elecciones. Y subraya que la participación electoral contribuye al fortalecimiento de la democracia y la legitimidad de las instituciones democráticas.

Pero el informe contiene algunos comentarios a los cuales quiero referirme.

Dice el informe que buena parte de los votantes solicitó ayuda y acompañamiento de los miembros de mesa o testigos de los partidos políticos presentes para marcar su voto en la boleta electrónica electoral y que estas prácticas podrían vulnerar el secreto del voto.

Esta crítica es malintencionada y sin fundamento y fue desestimada por el informe de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea. Esta manifestó que “la quiebra del secreto del voto sólo podría haber ocurrido si la secuencia de identificación de los votantes y la secuencia de votos emitidos fuese reconstruida. Esta reconstrucción hubiese implicado el acceso de un usuario cualificado a 3 fuentes diferentes de información. Dichas fuentes son las memorias de las máquinas de votación; la memoria de los dispositivos captahuellas; y el código completo de la clave de encriptación (que fue dividido entre los partidos políticos y el CNE) usada por el sistema para proteger los datos de la votación”.

En cuanto al desconocimiento de los procedimientos del voto electrónico, el CNE realizó una intensa campaña educativa para familiarizar a los electores con el novedoso sistema de votación. Además, la mayoría de los votantes conocía el nuevo sistema desde el Referéndum Revocatorio, realizado en agosto de 2005. Los electores estaban totalmente preparados para ejercer su derecho al voto en forme libre y secreta.

Respecto a las críticas que hace el informe de la Misión sobre el supuesto incumplimiento del horario de votación, hay que señalar que la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política establece un tiempo mínimo de diez horas para el acto de votación y confiere al CNE la facultad de extenderlo cuando se presenten circunstancias especiales.

Es totalmente falsa la afirmación que hace el Jefe de la Misión de que “en la práctica, los miembros de mesa y del Plan de República fueron los que decidieron la hora de cierre”.

La Directiva del CNE fue la que acordó -en sesión extraordinaria, el día de las elecciones- extender el lapso de votación en aquellos Estados que, al verse afectados por las condiciones climatológicas, no habían abierto los centros de votación a la hora estipulada.

Es absurdo cuestionar una medida destinada a garantizar mayores niveles de participación, cuando el deber esencial del Poder Electoral es –precisamente- estimular la participación política y evitar restricciones al ejercicio del sufragio.

A diferencia de lo señalado por la Misión de la OEA, la decisión del CNE fue saludada por el Consejo de Expertos Electorales de América Latina, en su Informe de Observación Electoral Internacional del 5 de diciembre 2005, ya que estuvo dirigida a “garantizarle al elector el derecho al sufragio”.

Arguye el informe, por otra parte, que en “hay que actualizar la normativa electoral venezolana”. Esta aseveración es igualmente ambigua e incursiona en asuntos políticos y jurídicos que son de estricta competencia de un Estado soberano.

Queremos señalar que se trata de los mismos instrumentos normativos(1) que se aplicaron durante las elecciones generales en Venezuela, en el 2000, y sobre los cuales no hubo pronunciamiento alguno por parte de la Misión de la OEA encabezada justamente por el mismo funcionario que hoy nos presenta el informe.

El informe sugiere que se realice una revisión del sistema electoral venezolano. Esta recomendación es desproporcionada. Como si en Venezuela no existiera un Estado soberano. Corresponde a los Poderes Públicos de nuestro país cumplir con las normas constitucionales. Y es competencia de la Asamblea Nacional designar, con base al procedimiento establecido en la Ley Orgánica del Poder Electoral, las autoridades electorales.

Rechazamos la campaña de desprestigio desplegada por conocidos factores, a nivel nacional e internacional, contra el sistema democrático venezolano y, particularmente, contra el sistema electoral. Se ha puesto en práctica una campaña de descrédito contra el CNE con miras a estigmatizar las próximas elecciones presidenciales de diciembre de 2006.

Dice el informe que “un alto funcionario del Gobierno trató de intimidar a los electores”. Esta aseveración es igualmente falsa ya que no se trata de un alto funcionario del Gobierno sino de una dirigente política que emitió esta opinión en el marco del debate electoral en Venezuela. Por lo demás, esta opinión fue contradicha por el Presidente del CNE y altos dirigentes de los partidos que respaldan al gobierno.

El pasado 25 de diciembre de 2005 el Secretario General de la OEA, Dr. José Miguel Insulza, expresó -con toda razón- en el diario El Mercurio, lo que sigue:

“Lo que tiene que evaluar la misión es la elección, si estuvo bien o no... pero no creo que ahora la OEA tenga que pronunciarse respecto de lo que hay que hacer políticamente en Venezuela. Lo que yo diré es que no creo que nuestra actitud deba ser darles consejo a los venezolanos de cómo manejarse en política interna”.

IV.- La transparencia del Consejo Nacional Electoral

El CNE acogió todas las demandas que hicieran sectores de la oposición, con el objeto de alentar y garantizar su participación en el proceso electoral. A saber:

 La no utilización de los cuadernos electrónicos de votación (lo cual implicó seguir utilizando los tradicionales cuadernos de papel);

  • El aumento de las auditorías de cierre a un 45% de las mesas de votación en todo el territorio nacional. (Debe notarse que este porcentaje constituye un récord mundial en materia de auditoría electoral);

  • La habilitación de espacios adicionales gratuitos en medios privados, audiovisuales y sonoros, para la difusión de publicidad y propaganda y promoción electoral de todos los partidos políticos;

  • La presencia de testigos de partidos políticos y de la sociedad civil en la revisión de todos los programas de las máquinas de votación y en los blindajes aplicados al software de la máquina de votación, con acompañamiento de observadores nacionales e internacionales;

  • La presencia de testigos y observadores en todas las fases de la preparación y cierre de los comicios, incluyendo las auditorías pre y post comicios;

Nótese que el CNE acogió, incluso, demandas de la oposición que significaban un retroceso en la modernización y tecnificación del proceso electoral venezolano. Entre ellas, la exigencia de retirar las máquinas captahuellas del proceso de votación.

Fue por eso que 14 mil máquinas captahuellas quedaron sin ser utilizadas en el proceso electoral venezolano. Igual ocurrió con las 5 mil antenas satelitales que habían sido instaladas en los centros de votación.

Venezuela ha invertido millones de dólares como parte del proceso de modernización de su sistema electoral. Sin embargo, el CNE suspendió el uso de una novedosa tecnología ante la amenaza de la oposición de retirarse del proceso electoral.

Para sorpresa de los observadores nacionales e internacionales, sectores de la oposición decidieron –a última hora- no participar en las elecciones parlamentarias. Y es que estos sectores se habían comprometido ante el CNE y la Misión de la OEA a participar en las elecciones si se retiraban las captahuellas, como lo puede testificar, aquí, el Jefe de la Misión de Observación en Venezuela.

Es evidente, por lo tanto, que las insensatas demandas al CNE eran un pretexto, previamente concebido, para impedir la celebración de las elecciones parlamentarias. Desafortunadamente, un sector de la oposición aún persiste en su desconfianza hacia la democracia, sus reglas y procedimientos.

En ese contexto, el Vicepresidente del Tribunal Electoral de Panamá, Dr. Erasmo Pinilla, manifestó “He estado presente en los cuatro últimos procesos electorales en Venezuela y me sorprende la actitud de dichas organizaciones políticas de restarse en un proceso donde todas las garantías electorales estaban aseguradas”.... “Desearíamos en Panamá tener los recursos para adquirir la tecnología de votación que tiene el sistema electoral venezolano que ofrece tal transparencia”.

Días antes de las elecciones, observadores nacionales e internacionales y los partidos políticos -incluidos los de la oposición- habían presenciado las pruebas técnicas al sistema electoral automatizado. Habían concluido en que este sistema era invulnerable, confiable y transparente.

Constan en poder del CNE, las actas firmadas por los representantes de todos los partidos políticos, donde avalan la transparencia del sistema automatizado de votación.

Hay un asunto que no puede pasar desapercibido, y es que la exigencia “suprema” de la oposición era que el CNE realizara una contabilidad manual de los votos. Esto habría significado regresar a procedimientos de escrutinios plagados de trampas y fraudes, como en el pasado. Esta temeraria pretensión, obviamente, no fue acogida por el CNE.

La exigencia de cambiar el voto automatizado por el manual fue definida por el Dr. Guillermo Francisco Reyes, Magistrado del Consejo Nacional Electoral de Colombia, y por otros observadores internacionales, como “un retroceso desde todo punto de vista”.

El sistema de automatización electoral implementado en Venezuela es un referente para la región. El Magistrado del Tribunal Supremo Electoral de El Salvador, Dr. Eugenio Chicas Martínez, dijo “Al eliminar el voto automatizado se impediría que Venezuela pudiese colaborar con otras naciones desde el punto de vista tecnológico durante procesos electorales”. También expresó que “En el futuro se debe utilizar nuevamente el captahuellas, por los mismos beneficios que este sistema tecnológico aporta”.

La oposición no está en la Asamblea Nacional porque no quiso participar en el certamen electoral. Renunció a un escenario privilegiado para el debate democrático, como es el Poder Legislativo. Estaba consciente de su debilidad electoral, como lo revelaban todas las encuestas.

El Secretario General de la OEA afirmó, en la ya citada entrevista para el diario El Mercurio, que: “si se escoge el camino del abstencionismo, no se puede reclamar después que todo el parlamento quedó en manos del adversario político”.

V. La legitimidad y transparencia de las Elecciones Parlamentarias de diciembre de 2005

Las Elecciones Parlamentarias del 4 de diciembre de 2005 fueron transparentes y legítimas. La Junta Directiva del Consejo de Expertos Electorales de América Latina (2) expresó: “el CNE ha cumplido con la Constitución y las Leyes de la República Bolivariana de Venezuela... ha dado todas las garantías de respeto al derecho ciudadano al sufragio y a la transparencia del mismo”.

El Magistrado del Tribunal Supremo Electoral de El Salvador, Dr. Eugenio Chicas, señaló que: “El sistema electoral venezolano es el más legítimo de toda América”. En sus palabras, las elecciones parlamentarias en Venezuela han sido “la votación más auditada y certificada en Latinoamérica”.

El Presidente del Consejo Supremo Electoral de Nicaragua, Dr. Roberto Rivas Reyes, afirmó que los observadores podían “dar crédito de que el proceso electivo está debidamente organizado y técnicamente planificado”.

Mientras que el Ministro de la Corte Electoral de Uruguay, Dr. Wilfredo Penco, dijo que “Los procesos electorales que ha establecido el Consejo Nacional Electoral ofrecen las garantías necesarias para que la elección sea absolutamente limpia”.

VI. Democracia y participación.

En la contienda parlamentaria venezolana 446 partidos políticos y grupos de electores inscribieron candidatos, lo cual evidencia la amplia diversidad y pluralidad que hoy caracteriza el paisaje electoral venezolano. Ahora está surgiendo un nuevo tejido político y social que intenta movilizar todo el potencial que anida en una sociedad democrática.

La participación electoral constituye un mecanismo propio de la democracia. La paz en nuestro país se ha logrado, entre otras razones, porque todos los sectores han tenido la oportunidad de expresarse, porque se han sentado las condiciones para que la voz del pueblo sea escuchada.

El Magistrado del Tribunal Supremo Electoral de El Salvador, Dr. Eugenio Chicas, afirmó que “La democracia se construye con quien participa, por lo que la renuncia de los partidos de oposición no deslegitima las elecciones parlamentarias”. A su vez, el Magistrado del Consejo Nacional Electoral de Colombia, Dr. Luis Eduardo Botero, declaró que: “El retiro de los partidos fue un atentado para las instituciones democráticas, no solamente de Venezuela sino de Latinoamérica”.

En todos los países debemos tomar las providencias necesarias para abatir la abstención y elevar el grado de participación ciudadana. Hay que tomar en cuenta, sin embargo, algunas realidades. Respecto a las parlamentarias venezolanas, la Junta Directiva del Consejo de Expertos Electorales de América Latina, en su Informe de Observación Electoral Internacional del 5 de diciembre 2005, consideró que:

“siendo estas elecciones parlamentarias las primeras que se realizan de forma separada a las elecciones nacionales presidenciales y con voto facultativo y siendo que algunos medios de comunicación y partidos políticos no favorecieron el clima de participación ciudadana. Apreciamos que estos porcentajes de participación se encuentran dentro de los estándares internacionales para estos tipos de elección”.

VII. El progreso de Venezuela

El progreso de Venezuela en todos los órdenes es inocultable.

Desde 1999 el país ha cambiado. El pluralismo político y social de la sociedad venezolana se manifiesta con plena libertad, amplias garantías y respeto a los derechos humanos. En Venezuela existe una verdadera división de Poderes.

En un análisis de opinión pública realizado a fines del 2005, en 18 países de nuestro continente, Latinobarómetro indagó sobre el significado que tiene la democracia para los habitantes de la región. Constató que el país que es percibido por sus habitantes como el más democrático, es Venezuela.

Las transformaciones democráticas y revolucionarias se llevan a cabo en nuestro país en medio de un rico debate. Los viejos actores se resisten al cambio. Y es que los cambios cuando son verdaderos se realizan en medio de contradicciones que deben ser tratadas democráticamente.

Un diálogo constructivo realiza el Presidente Hugo Chávez con las altas autoridades de la Iglesia Católica venezolana, con el sector empresarial y, muy especialmente, con las más diversas expresiones del movimiento social y popular de Venezuela.

El Presidente del CNE, Dr. Jorge Rodríguez, ha formulado una invitación a todas las fuerzas políticas y sociales de Venezuela a discutir abiertamente sobre los asuntos que conciernen al Poder Electoral.

Y los nuevos miembros de la Asamblea Nacional, a quienes corresponde designar las autoridades electorales, han expresado la disposición de realizar amplias consultas, en esta materia, con todos los sectores de la sociedad, en aras de construir los consensos necesarios sobre las decisiones que competen al Poder Legislativo.

El diálogo en Venezuela es una política de Estado. Abiertas están las instituciones democráticas para acoger las observaciones, criticas y propuestas de todos los sectores nacionales que quieran contribuir al desarrollo del país.

_____________________________________________________________
(1) Constitución Nacional, Estatuto Electoral del Poder Público, Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política y Normativa del Consejo Nacional Electoral.

(2) Integrado por ex presidentes, magistrados y expertos de los Organismos Electorales de Colombia, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Panamá y Uruguay.

ANEXO

Respuesta del Representante Permanente de Venezuela, Embajador Jorge Valero, al Representante Permanente de Estados Unidos, Embajador John Maisto, en la Sesión Ordinaria del Consejo Permanente del 01 de febrero de 2006.

En respuesta a los comentarios del Representante de los Estados Unidos, en la OEA, Embajador John Maisto, en los cuales trató de sembrar dudas sobre la legitimidad del proceso electoral y la transparencia del CNE, el Embajador Jorge Valero se refirió a un discurso pronunciado por el ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore, el 16 de enero de 2006, ante la American Constitution Society y la Liberty Coalition.

Este había expresado que el Gobierno de Estados Unidos quiere mantener a este país “en un estado de guerra perpetua... se propone transformar la estructura constitucional estadounidense, cuidadosamente equilibrada, en una estructura sin fundamento dominada por una rama ejecutiva todopoderosa, con un Congreso y un Poder Judicial subyugados... con el fin de reformar la política exterior estadounidense basada... en una política que reposa en un intento irracional y contraproducente por establecer una forma de dominación sobre el mundo”.

Igualmente, se refirió el Embajador Jorge Valero al cinismo del Gobierno norteamericano que pretende convertirse en juez de las elecciones de un país soberano, cuando se rehúsa a aceptar la presencia de observadores internacionales de la OEA y de la ONU en sus procesos electorales.

El Embajador Jorge Valero también se refirió al Reporte de la Comisión sobre la Reforma de Elección Federal de Septiembre 2005, titulado "Construyendo confianza en elecciones de EE.UU.", firmado por el ex-presidente estadounidense Jimmy Carter y el ex-secretario de estado James A. Baker, en el cual se demuestra el fraude electoral cometido en Estados Unidos.

Según este reporte: “Las elecciones de Noviembre 2004 también mostraron que las irregularidades y el fraude todavía ocurren... En Milwauke, Wisconsin, los investigadores dijeron haber encontrado evidencia clara de fraude, incluyendo más de 200 casos de convictos votando ilegalmente y más de 100 personas que votaron dos veces, usando nombres falsos y
direcciones falsas. Más aún, se produjeron 4500 votos más que votantes
en la lista...

“Por un estimado, por ejemplo, hubo 181.000 personas fallecidas listadas en los rollos de votación en seis estados oscilantes, en las elecciones de Noviembre de 2004, incluyendo a casi 65.000 fallecidos en los rollos de votantes en Florida.”

“En la víspera de la elección de Noviembre de 2004, una encuesta del New York Times reportó que sólo un tercio de los estadounidenses
dijeron que tenían confianza en que sus votos serían contados apropiadamente.”

El Representante venezolano ante la OEA formuló las siguientes interrogantes:

“¿Con qué autoridad moral un Gobierno que ha practicado el fraude electoral –como lo constata el ex presidente Jimmy Carter- emite críticas contra el proceso electoral venezolano?”

“¿Con qué autoridad moral un Gobierno que se rehúsa a que observadores de la OEA y de la ONU estén presentes en las elecciones de su país, pretende convertirse en juez de las elecciones en otro país?”

El Embajador Jorge Valero concluyó su respuesta al Representante de Estados Unidos citando a José Saramago, quien expresó: “Estados Unidos no ha sido nunca respetuoso de los intereses de América Latina. Se debe dejar a América Latina en paz, en paz para que elija sus propios caminos...”.

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