MENSAJE DE AÑO NUEVO PARA TODOS.

Horacio Medina

 

Cuando se acerca ya el momento final de un año, generalmente hacemos uso del lugar común de la reflexión de lo ocurrido y sobre los planes para el futuro inmediato. Quisiera, en primer término, enviar una palabra de salutación solidaria a todos aquellos ciudadanos, compañeros y amigos que se encuentran privados ilegítima e ilegalmente de su libertad, desaparecidos o perseguidos por este régimen de gobierno que vulnera constantemente el Estado de Derecho y la Constitución.

 

 Quisiera además hacer extensiva esta cálida y sentida palabra solidaria a todos sus familiares y amigos, a mis familiares y amigos, a nuestros compañeros y que no permitamos que en estos oscuros momentos nos arrope la decepción, la resignación y el miedo, por lo contrario, sirvan estas palabras como catalizador que genere la fuerza y la esperanza, como reducto de resistencia y como grito de valentía.

 

Adicionalmente, no puedo dejar pasar la oportunidad para evidenciar la indolencia, egoísmo y temor que se expresan, contradictoriamente, en el silencio cómplice y cobarde de amplios sectores políticos, empresariales y organizaciones civiles, salvo algunas honrosas y expresas excepciones que son altamente valoradas en este momento. Creen los que guardan silencio que pasando “agachados”, como los pícaros en el dominó, se salvarán de la persecución y el acoso, de la venganza y el terror judicial, o acaso para seguir pasando “agachados” ¿estarían dispuestos a participar activamente en la perpetración de tales actos?  Cuan equivocados están, por su silencio,

 

ante esta cadena de violaciones a Derechos Fundamentales;
 

ante la aprobación de Leyes como la Mordaza;
 

ante reformas como la del Código Penal;
 

ante los nombramientos del TSJ;
 

ante los decretos confiscatorios de tierras que vulneran la propiedad privada;
 

ante el anuncio de liquidar nuestra gloriosa FAN;
 

ante los más aberrantes hechos de corrupción para recoger sus mendrugos y limosnas que se repartirán durante el 2005;
 

todo lo cual denota su poco o ningún conocimiento del carácter populista y militarista de este régimen oprobioso.

 

Lo importante, para estos “picaros” silenciosos, parece ser debatir y dudar sobre la necesidad de unión, es polemizar sobre el inocuo planteamiento de quien es el número uno de la oposición, discutir sobre los procesos y estrategias electorales sin antes cuestionar y cambiar el CNE; preparar el recibimiento del 2005 lleno de alegría y paz, pletórico de esperanzas y grandes perspectivas económicas. Venezuela el país de las Maravillas y la Revolución bonita. Se equivocan y les recuerdo que no existe una forma correcta de hacer las cosas mal. Y ustedes lo están haciendo mal, están equivocados. El tiempo, corto por cierto, será su verdugo implacable.

 

Dicho lo anterior, considero que aquellos que nos negamos a guardar silencio debemos y tenemos que decir y hacer algunas cuestiones y planteamientos que sirvan como instrumento y herramienta para el debate y la acción. No guardaremos silencio ante regímenes que, como éste, son absolutamente prehistóricos y pertenecen a las etapas  primitivas de la evolución política y que por tanto, hoy constituyen un insostenible anacronismo.

 

Muchos de ustedes podrán leer, sobre todo desde hace un par de meses, informaciones de prensa y avisos pagados, tanto en la prensa nacional como en la internacional, publicados por agentes de relaciones públicas del gobierno venezolano y auspiciadas, en muchos casos, por poderosos intereses de capitales multinacionales. Este régimen de gobierno, de acuerdo con esos anuncios, es un gobierno que hace alarde, luego de seis años en el poder, de obras que no se ven, que están por venir; de avances que no se sienten en el área de la seguridad social, pero que están por venir; de un apoyo popular generalizado que nunca se vió, pero que permitió, en un plebiscito fraudulento, refrendar ilegítimamente un presidente y ganar unas regionales, pero con más de 60% de abstención. En fin, grandes logros que no se ven pero que paradójicamente se muestran ya que, están por venir.

 

Sin embrago, no dicen esos anuncios que en Venezuela están prácticamente abolidas las libertades fundamentales del hombre; no dicen esos anuncios que no existe la independencia entre poderes que no hay justicia, que aun cuando todo se hace dentro de un aparente marco de legalidad y apegado a las normas y preceptos constitucionales, solo los “valores superiores revolucionarios” rigen el marco legal y se anteponen a los preceptos constitucionales; no dicen esos anuncios que la gestión administrativa de este régimen de gobierno no se orienta hacia el bienestar y la seguridad social de los campesinos, de los trabajadores ni de la clase media, ni siquiera atiende los requerimientos básicos del desarrollo económico del sector industrial, y que por lo contrario, se orienta con fuerza hacia la corrupción, el populismo, el clientelismo y a la compra de conciencias y el silencio cómplice.

 

Para salir adelante hay que superar infantilismos políticos y ambiciones personalistas, considero además  que en este momento, ante el ineludible  imperativo común de impedir la consolidación de esta suerte de neofascismo populista que cercena libertades y humilla al hombre en su dignidad, me resultan un tanto artificiales las denominaciones de derechas o izquierdas. Tendrán su momento. ¿Acaso este régimen no se autocalifica como de izquierda, cuando vemos en puestos de dirección, asesoría y colaboración a insignes representantes de la derecha y el capital y hace uso de las aborrecibles prácticas fascistas del siglo XX?. Paradójico, no es así.

 

Podría decir entonces que en consecuencia, el punto de partida hacia la estabilidad estará signado por la construcción de un amplísimo frente civil, sin fisuras, convencidos que el canibalismo político, la pugnacidad desmedida y las luchas soterradas le aplanan el camino a la barbarie para que continúe su trayectoria y se apodere totalmente de la República.

 

Considero que ha llegado el momento en que nuestros problemas como país, deben ser tratados, estudiados, analizados y enfrentados por un equipo de personas pertenecientes a todas las ideologías políticas, tiene que conformarse un movimiento civilista, en el sentido que asignemos a las organizaciones partidistas y civiles la función de concebir, orientar y dirigir la estrategia política.

 

Aunque esto no quiere decir que debemos ser antimilitaristas, sostenemos, eso sí, la tesis que Venezuela necesita una Fuerza Armada  bien organizada y bien dotada, rodeada y apoyada en el  respeto de la Nación y absolutamente marginada de la manipulación política, lejos de la intención actual de terminar de convertirla en una milicia que sirva como instrumento armado de las ambiciones políticas del Jefe y de la parcialidad “revolucionaria”. Entendemos una FAN como institución que se contraponga al concepto de guardia pretoriana del Jefe de turno. La posición es clara, Venezuela como país de grandes riquezas es ampliamente codiciado y por tanto necesita un componente militar bien organizado fuera de la diatriba política pero que cumpla con su función constitucional de garantizar el orden democrático, defender nuestras fronteras y nuestra soberanía.

 

Antes de abordar el ámbito internacional, donde también debemos dar una dura lucha, debemos tener presente que este régimen está usando, como lo hace internamente, el odio como estrategia de preparación y ablandamiento para la toma de decisiones que contarán con apoyo popular, basta con recordar, tan sólo algunos ejemplos de lo acontecido en el ámbito nacional:

 

v      El odio hacia “la PDVSA oligarca”, la de los “grandes sueldos”, la de las “ideas de privatización”, la de la “caja negra”, hasta que de un zarpazo tomó la empresa, que ahora sirve a los intereses de un grupo y de la parcialidad “revolucionaria”, y nadie hoy día se pregunta, ni averigua, cuánto ganan hoy los gerentes patriotas, en cuánto se aumentaron los sueldos, nadie se pregunta, ni investiga, por qué se entregan las áreas sin licitaciones públicas a empresas privadas transnacionales, nadie se pregunta, ni investiga, por qué no rinden cuentas a nadie, a ninguna instancia, nadie investiga las denuncias de corrupción, en fin el odio y el desprestigio allanó el camino trazado y la misión se cumplió.

 

v      El odio hacia los tribunales de justicia, los “jueces corruptos”, las “tribus” de la “cuarta República”, la “necesidad de reformar y transformar” el Poder Judicial, los “concursos de credenciales”, la “guerra a muerte” a los magistrados del TSJ, y qué pasa hoy, quién pregunta o le interesa cómo se nombran los jueces, por qué todos son del sector oficialista, por qué nadie habla de corrupción, por qué se nombró un TSJ como el que se nombró, sin mayor oposición, nuevamente se cumplió el objetivo.

 

v      El odio ampliamente formulado hacia a los medios de comunicación privados, como agentes del “golpismo” y del “imperialismo”, como generadores de “mentira” y de “violencia”, la petición de información “veraz y oportuna”, por cierto, podría alguien preguntarle al inefable Ministro de Comunicación por qué los medios de comunicación del Régimen de Gobierno, que no del Estado, no dan cobertura a hechos como lo sucedido con trabajadores del Zulia pertenecientes a las patrullas  electorales que fueron violentamente repelidos por la Guardia Nacional cuando protestaban frente a las instalaciones de PDVSA en El Menito, o por qué no cubrieron la huelga de hambre que por más de 31 días mantienen trabajadores petroleros pertenecientes al oficialista sindicato Sinutrapetrol, o por qué no se dio cobertura a la protesta de las enfermeras de la Misión Barrio Adentro que demandaban el pago de sus sueldos, interesantes preguntas que no han tenido respuesta o no se han formulado. Además, debemos añadir, la acusación sobre la programación deformadora de mentes infantiles y juveniles, todo con la finalidad de llegar al control y la autocensura, la Ley Mordaza que mutila significativamente los derechos ciudadanos y que terminará a mediano plazo con los medios privados cercados por la presión económica y judicial. Además, en medio de este clima de odio, resentimiento y miedo, el régimen, por intermedio de varios agentes, ha adquirido parcial o totalmente canales de TV, emisoras radiales nacionales y regionales, e importantes vehículos de prensa escrita. El cerco avanza, 

 

v      El odio  desatado hacia el Banco Central, denota sin duda, que es el próximo objetivo institucional del régimen, luego de la FAN, ya en enero se nombrará una nueva Directiva que sentenciará la destrucción institucional del ente financiero que debe regir la política monetaria nacional de manera autónoma, pero como esto es contrario a los “valores supremos de la revolución”, entonces es incómodo y por tanto debe ser sometido. Ya el ablandamiento está hecho y nadie se dará por enterado. El Banco Central de hoy, está al servicio de los oligarcas y en contra del proceso.

 

Pues bien, en el ámbito internacional ha sido igual, la guerra verbal en contra del “imperialismo”, en contra del poder y ya, abiertamente en contra de Los Estados Unidos y sus socios, tiene un fin:  preparar el terreno, Venezuela debe buscar otros aliados, China y Rusia, por cierto dos grandes potencias que por décadas fueron líderes en materia de violación de los Derechos Fundamentales, dos concepciones totalitarias que el Presidente pone como ejemplo, llegando a comparar, en una de las más grandes aberraciones, a uno de los ejemplos más totalitarios del mundo como lo es sin duda Mao Tse Tung con Simón Bolívar Comandante de Gloriosos Ejércitos Libertarios. Es así, forma parte de la estrategia de rechazar al “enemigo” y acercarnos al “amigo”. Por supuesto, el elemento que juega un papel primordial está relacionado con las comisiones y los grandes negocios que estas nuevas relaciones suscitan, los aviones y las armas provenientes de Rusia, los textiles chinos y el petróleo para China, son sólo algunos ejemplos de lo que está por venir.

 

El régimen de gobierno que impera en Venezuela ha desplegado una gran campaña internacional, la reactivación de los continuos y extensos viajes del Presidente así lo confirman, pero además, a partir de este momento podemos confirmar también la profundización que se le dará al petróleo como arma geopolítica, el nombramiento de Alí Rodríguez Araque como Canciller lo certifica, como frío jugador de póquer o como un consumado jugador de ajedrez, no deja ningún cabo suelto, contando, además, con su hombre de confianza, Bernardo Álvarez en la Embajada de Venezuela en Washington. No sólo se entrega el petróleo de todos los venezolanos para propiciar apoyos y acuerdos internacionales, Cuba, Argentina, China, el Caribe, Centroamérica, etc., sino que además se usará para financiar cualquier proyecto mundial que se perfile de acuerdo con la “revolución venezolana”. Es decir, el uso de un recurso de todos para sembrar un proyecto de pocos. Con todo esto, se cumple el proceso de internacionalización de la revolución, el cual viene a conformar uno de los elementos constitutivos de toda “revolución”, necesario para poder perpetuarse en el poder.

 

Ante este panorama que he descrito, ¿qué hacer?  La repuesta está en la participación y en la organización, desde la base popular, de un gran movimiento de unidad que genere debates, propicie la participación, oriente las soluciones, propicie el cuestionamiento a una gestión basada en la mentira y el terror, que deje de lado a los farsantes y falsos dirigentes políticos, que propicie los nuevos liderazgos municipales, regionales y nacionales, que promueva la reestructuración profunda de los partidos políticos como instrumentos democráticos imprescindibles, un movimiento en fin, que permita enfrentar con decisión democrática y vocación de libertad, a este régimen de gobierno con un profundo sentido militarista y un lamentable sesgo populista que pretende arrebatarnos nuestro futuro y el de nuestros hijos.

 

En este momento, en lo personal no estamos claros desde dónde y cómo participaremos en la construcción de este movimiento, pero lo que no dudamos es que lo haremos con fuerza, con vehemencia y con honestidad. Hemos cometido errores, lo aceptamos, pero somos lo suficientemente capaces para rectificar y encaminarnos hacia la unidad democrática. Basta ya de continuar aceptando los errores que se han cometido, callándolos y no rectificando. La nueva sociedad que debemos construir deberá basarse en la justicia social, desechando la exclusión y con un profundo sentido de participación. Es el momento de asumir responsabilidades y el tiempo se agota. Nuestros mejores deseos porque el año 2005 sea de lucha democrática para buscar la libertad y la paz nacional. Mis más especiales palabras de aliento, fe y esperanza para aquellos que hoy están privados de su libertad por haberse opuesto a este régimen oprobioso. A nuestros compañeros trabajadores de PDVSA, injusta e ilegalmente despedidos, que la lucha aún no termina, que seguramente la arremetida del régimen continuará al comenzar el año, pero nosotros también continuaremos y, al final, la justicia llegará y tendremos muy pendientes todos y cada uno de los saldos por cobrar,  se impondrá al final el valor de la razón.

2004.12.31

regreso a documentos            regreso a DDHH