Una periodista venezolana explica cómo el presidente Hugo Chávez parece estar empeñado en ser los medios y el mensaje, al mismo tiempo.

Libertad de Expresión Bajo Presión
Por Vicglamar Torres León
Especial para www.Libertad-Prensa.org
18 diciembre 2001

Caracas, Venezuela, 17 de Diciembre, 2001 - El Presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías y los medios de comunicación social de esta nación bolivariana se relacionan desde un pugilato, donde pareciera que aún faltan algunos rounds para ver quién resulta vencedor.

Fuera del ring, el público está dividido y las apuestas por uno y otro bando aumentan. El trofeo por el que están enfrentados es el sosiego del pueblo venezolano.

Medios de comunicación y gobierno han llevado su enfrentamiento al terreno de la pasión visceral y del desencuentro. Se trata de un monólogo de parte y parte donde lo único que se quiere es tener la razón.

Es inocultable que la tensión y el desasosiego se han convertido en cotidianos para el pueblo venezolano. En los últimos 13 años, el país ha sufrido varias convulsiones: dos intentonas de golpe de estado, un motín popular, la salida constitucional de un presidente de la república, la redacción de una nueva constitución y el cambio de nombre de nuestro país, son algunos de los ingredientes que han aderezado la entrada de Venezuela en el siglo XXI. Han cambiado los ciudadanos, los medios y los gobernantes. Claro, pareciera que a las partes involucradas se les olvida que todos conforman el Estado.

En medio, de este panorama sociopolítico existen unos actores llamados periodistas, cuyo ejercicio profesional, desde que asumió el poder el chavismo, ha estado signado por sobresaltos.

Desde hace un par de años se ha puesto sobre el tapete la discusión sobre la libertad de expresión. ¿Los medios de comunicación social en Venezuela gozan de plena libertad de expresión? ¿Hay una política represiva hacia los periodistas?. Se trata de un par de preguntas difíciles de responder, sobre todo cuando se es parte del entorno. Siempre se ha dicho que los medios venezolanos ejercen una suerte de autocensura que frena plumas y micrófonos. Pero nunca se había visto como hasta ahora, un gobierno que fuese empresario mediático.

Por primera vez en la historia del país, un presidente tiene un programa radial, un espacio televisivo y páginas en algunas revistas. Chávez ejerce abiertamente el rol de comunicador social. Desde la tribuna que le otorgan los medios se relame en insultos hacia periodistas y dueños de empresas de comunicación. Aunque habla de diálogo y de concertación, su actitud iracunda ignora la palabra "disidencia".

La única manera de ejercer el periodismo en Venezuela es estar con la revolución o en su contra. Por lo menos, de esa manera lo entiende nuestro primer mandatario.

El enfrentamiento entre Chávez y los medios es estéril y desmesurado. El discurso incontinente de insultos y blasfemias de parte del presidente contra los periodistas, ha conseguido eco en el grueso de la población que aún lo sigue. Ha logrado satanizar la imagen del comunicador social y ha usurpado desde la trinchera del poder el papel del periodista.

Se habla de acoso y persecuciones contra los periodistas, pero no hay prueba de ello. Aunque Eleonora Bruzual, columnista del diario El Universal asegura haber sido sometida a un interrogatorio de más de seis horas en la sede de la DISIP (Policía Política de Venezuela). Nunca supo cuál era el motivo por el cual fue llamada a tal citación. Otro caso concreto es el del editor del semanario La Razón, el periodista Pablo López Ulacio, quien en agosto del año 2000 tuvo que exilarse en Costa Rica, porque algunas denuncias que hizo en su periódico involucraban a un empresario vinculado al partido presidencial.

Recientemente cuatro periodistas, Marianella Salazar (Radio Kiss), Patricia Poleo e Iveyisse Pacheco (El Nuevo País), y Martha Colomina (Televen), denunciaron un caso de corrupción dentro de las Fuerzas Armadas Venezolanas. Las comunicadoras presentaron pruebas del hecho, pero el gobierno además de desconocer y negar la situación, también amenazó y descalificó públicamente el trabajo de las cuatro informadoras.

Elías Santana es otro de los periodistas cuya libertad de expresión ha sido cercenada. En junio, el Presidente de la República insultó a Santana desde su programa "Aló, Presidente". Tras la transmisión, el periodista presentó un recurso de amparo en la Sala Constitucional de Venezuela donde exigió derecho a réplica en el espacio radial presidencial. Los jueces le negaron ese derecho argumentando que Santana ya tenía suficiente espacio de medios para rebatir al Presidente. Esta sentencia contraviene la Convención Americana de Derechos Humanos o Pacto de San José y es a todas luces un bozal impuesto a la libertad de expresión.

Sin embargo, hay quien niega que exista en Venezuela censura contra la libertad de expresión. El presidente de la Asamblea Nacional, el ex periodista William Lara, asegura que "jamás había existido tanta libertad para decir cuanto quieran. Al punto que los medios arremeten en una forma grosera y majadera contra el presidente y los altos personeros del gobierno y ningún funcionario es capaz de protestar contra los medios".

Quizás Lara no ha escuchado los discursos en los que Chávez agrede directamente a editores y periodistas, en los que inclusive ha amenazado directamente con cerrar cadenas televisivas como Globovisión.

En mayor o menor medida, los periodistas venezolanos en este momento se juegan no tan sólo su credibilidad profesional al salir a la calle a conseguir y transmitir noticias, también ponen en peligro su integridad física, porque cada día es más frecuente que camarógrafos y reporteros sean golpeados y heridos en manifestaciones callejeras.

Entre agresiones e insultos, los periodistas no han dejado de trabajar. A pesar de las presiones ejercidas por el gobierno y los dueños de los medios, cada día los periódicos y los noticieros de radio y de televisión cuentan con las noticias buscadas y encontradas por los periodistas, quienes no son más que los alfiles de un ajedrez sociopolítico que es el país en la actualidad.

Vicglamar Torres León es periodista del Suplemento D8 perteneciente a la Cadena Capriles. Ella es también becaria de ICFJ.

http://www.libertad-prensa.org/presion.html

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