De Antonio López Acosta, a un año del asesinato de su hijo

Un año ya. Lo único que avanza es el tiempo. La investigación sobre la muerte de nuestro hijo Antonio continúa paralizada. Todo sigue igual. O peor, porque el tiempo agrava la impunidad.

Las fotos de la autopsia y la ropa que cargaba siguen sin aparecer. Tampoco aparece la denuncia por extorsión que contra un funcionario del CICPC introdujo Antonio en  la Fiscalía de Los Teques meses antes de su asesinato. El levantamiento planimétrico del sitio del suceso no ha llegado al expediente que muy lentamente prepara la fiscal Haifa Aissami. Tampoco la lista completa de los funcionarios que participaron en el hecho, ni la identificación de las armas que portaban, ni las experticias del automóvil que él conducía que dicen continúa en el estacionamiento del CICPC sin que nosotros ni  nuestros abogados ni  la compañía de seguros hayamos podido verlo.

Siguen sin entregarnos los objetos personales de Antonio: Ni su cédula de identidad, ni su pasaporte, ni las llaves de la casa, ni su teléfono celular desde el cual días después de muerto hicieron 383 llamadas a Cuba, ni su cartera, ni su dinero, ni sus tarjetas de  crédito, ni su chequera, ni su reloj, ni su pluma, ni su maletín.

Tampoco nos han devuelto las cosas que se llevaron de nuestra residencia, ni siquiera las que aparecen en el acta del pretendido allanamiento como nuestro computador y nuestra impresora. A los objetos desaparecidos luego del asalto a nuestra casa del 23 de noviembre de 2004 hay ahora que agregar el televisor, la aspiradora, el horno de micro-ondas y muchos otros  robados de nuestro apartamento en la playa cuando el allanamiento de marzo de 2005 practicado por la Dirección General de Inteligencia Militar (DIM). Todo está denunciado ante la Fiscalía, pero nada pasa.

A pesar de que hace seis meses los fiscales solicitaron el sobreseimiento de nuestra causa,  nosotros continuamos en libertad condicional con prohibición de salida del país y presentación al tribunal cada 30 días. El día del aniversario de la muerte de Antonio estaremos en el juzgado 34 de control por décimocuarta vez.

¿Quiénes, cómo y por qué mataron a nuestro hijo?  Todavía no sabemos.

Al cumplirse un año de su asesinato, sus padres Antonio López Acosta y Haydée Castillo de López invitamos a familiares y amigos a una misa por el eterno descanso de su alma que celebraremos el miércoles 23 de noviembre en la Iglesia de la Sagrada Familia de Nazareth, La Tahona, a las seis y media de la tarde.  

2005.11.20

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