Fuente: Libro del Año Barsa 1961

             Un anuario ilustrado de los principales acontecimientos ocurridos en el mundo en el año 1960

 

Cuba 1960

 

    El doctor Osvaldo Dorticós Torrado ocupó la presidencia de la república durante 1960, y el doctor Fidel Castro Ruz siguió al frente del gobierno como primer ministro.

    La redistribución de la riqueza  y del ingreso nacional continuó siendo el objetivo primordial de su adminis- tración mediante cambios en las leyes constitucionales y civiles, mediante la revisión de la legislación fiscal, de los estatutos urbano y agrícola y de otros tipos de leyes y de procedimientos administrativos derivados de las mismas.

    En octubre de 1959, los trabajadores azucareros ofrecieron al gobierno un préstamo de 30 millones de pesos a entregarse en tres años a razón de diez millones por año. Al efecto, cada uno de ellos contribuiría con el 4 por ciento de su salario.

    En el propio mes de octubre se crearon –según infor- man fuentes cubanas– 900 aulas urbanas de enseñanza común y se restauró la doble sesión en las escuelas públicas.

    Se dispuso que el Estado se incautara de las minas para hacerlas trabajar. Para ordenar las concesiones se anularon las existentes, quedando obligados los solicitantes a reiterarlas y a reinscribir los títulos dentro de un plazo de 120 días. Se declaró que el incumplimiento de las obligaciones anteriores se entendería como renuncia tácita a los derechos y beneficios correspondientes a las anteriores concesiones. Se facultó al ministro de agricultura para ordenar el comienzo de la explotación comercial adecuada de las minas que se consideren necesarias al interés nacional. Al concesionario se le con- ceden 60 días para iniciar la explota- ción. Su incumplimiento determina que la mina pase a dominio del Estado.

    Los propietarios de las minas en explotación, deben abonar al Estado el 5 por ciento del valor de los minerales extraídos cuando éstos se destinen al mercado nacional, y el 25 por ciento cuando se exporten.

    El consejo de ministros aprobó leyes según las cuales toda persona que explote comercialmente algún yacimiento petrolífero está obligada a abonar al Estado –como participación– el 60 por ciento en efectivo o en especie sobre el mineral que se capte o extraiga, y el Estado se reserva el derecho de adquirir todo o parte del petróleo que se produzca en el territorio nacional al precio del mercado mundial.

    El Tribunal Supremo confirmó la legitimad de la ley de reforma agraria que autoriza la expropiación de la tierra en favor de los “campesinos que en ella trabajan”.

    Según fuentes gubernamentales, en enero de 1959 había en Cuba 371.000 personas sin empleo, número que –según las mismas fuentes– había quedado reducido a 237.000 en enero de 1960.

    Durante enero de 1960, el Congreso Nacional no celebró se- siones. Todos los actos gubernamentales se basaron en decretos del gobierno revolucionario, ratificados por el voto oral de las masas populares congregadas en lugares públicos, principal- mente en la Capital de la república.

   Tal como aconteció en el año anterior, tampoco en 1960 se hizo referencia alguna a la fecha en que se convocaría a elec- ciones para integrar el Congreso, ni siquiera a elecciones  muni- cipales.

    Se reorganizaron –en el curso del año– los grupos formados por profesionales dedicados a varias actividades: abogados, con- tadores, ingenieros, periodistas y otros. Se dispuso que estu- diantes entraran en posesión de sus bufetes, oficinas, etc. y de sus archivos, y se procedió a expulsar –de las asociaciones respectivas– a los acusados de hostilidad contra la revo- lución, con lo que automáticamente quedaron incapa- citados para seguir ejerciendo sus respectivas profesio- nes.

    Se aceleró la ejecución del programa de construcción de viviendas para trabajadores, y en todas partes se crearon cooperativas agrícolas. Continuó la construcción de caminos. Las obras se financiaron con moneda fiduciaria([1]) emitida por el Banco Nacional de Cuba. Ni el Banco, ni el ministerio de Hacienda dieron a conocer la situación económica del país, ni los recursos a disposi- ción del Estado.

     El Instituto Nacional de la Reforma Agraria completó –durante el año– la naciona- lización de todas las plantaciones de azúcar y de los ingenios azucareros, así como de todas las empresas mineras y petroleras de propiedad extranjera junto con algunas de propiedad na- cional. También de todas las empresas pro- ductoras de energía eléctrica, las de teléfonos, transportes terrestres y aéreos, y de muchas casas comerciales. Se nacionalizaron, asimismo, todos los hoteles y todos los bancos, excepción hecha del Royal Bank de Canadá y el de Nueva Escocia.

    Finalmente, en octubre se nacionalizaron todas las propiedades urbanas. El decreto del 15 de octubre –que autoriza el traslado de la propiedad a los actuales inquilinos– dispone que de la aludida fecha en adelante, éstos paguen el alquiler al gobierno. La cuantía de dicho alquiler y el lapso durante el cual ha de continuar abonándose, varían según la edad del edificio respectivo y otros factores que habrán de tener en consideración los Consejos Provinciales y Nacionales de la reforma urbana. Los ex propietarios recibirán una “indemnización mensual vitalicia” de 200 a 600 pesos, pero sus herederos no tendrán derecho a recibir suma alguna. Los poseedores de hipotecas recibirán la mitad de lo que los inquilinos paguen, pero el decreto ha abolido el pago de los intereses correspon- dientes.

    El presidente Dorticós y varios miembros de su gabinete –inclusive el primer ministro Fidel Castro– se dieron tiempo para realizar viajes más o menos extensos fuera de Cuba. El presidente visitó varios de los países iberoamericanos. El doctor Guevara([2]), presidente del Banco Nacional, visitó a su vez varios países del bloque comunista de Europa y Asia. El ministro de la Defensa, Raúl Castro, estuvo en la URSS, y el primer ministro Fidel Castro se trasladó a Nueva York para asistir a las sesiones de la Asamblea General de las  Na- ciones Unidas.

    Delegaciones de Guinea y de la URSS estuvieron en La Habana. Se convino en un plan de intercambio cultural y comercial con la URSS y Checoslovaquia. El 13 de febrero, representantes de Cuba y la URSS firmaron en La Habana un convenio según el cual la Unión Soviética comprará a Cuba –en el curso de los tres años siguientes a la citada fecha– 5.000.000 de toneladas de azúcar([3]), y concederá crédito a Cuba hasta por 100 millones de dólares para la adquisición de maquinaria y bienes de consumo, con un interés de 2½ por ciento anual.

    Posteriormente se concertaron otros tratados de trueque de azúcar por otras mercancías con otros estados orientales de Europa. También, durante 1960,  el gobierno revolucionario de Cuba reconoció a los de la URSS y la República Popular China, y se produjo el correspondiente intercambio de misiones diplomáticas con dichos países.

    Las relaciones entre Cuba y los EUA se caracterizaron por una serie de controversias. Inicialmente el gobierno cubano ofreció discutir, con los EUA, los puntos en contro- versia, siempre que éste se comprometiera a no modificar la cuota del azúcar asignada a Cuba. Washington se negó a aceptar que le impusieran condiciones. A raíz de esto se produjeron las expropiaciones de las minas y las refinerías de petróleo.

    A principios de julio, el congreso de los EUA autorizó al presidente([4]) para modificar la cuota cubana del azúcar, medida que el gobierno insular calificó de agresión económica. Con tal base protestó ante las NU, cuyo consejo de seguridad acordó pasar el asunto a la Organización de Estados Americanos (OEA). En la VII Reunión de Consulta de los Ministros de Relaciones Exteriores de las Repúblicas Americanas –que la OEA convocó en San José de Costa Rica– se aprobó un documento en que se condena la intrusión  de potencias no americanas en los asuntos del hemisferio occidental,  contra la protesta del ministro de Relaciones Exteriores de Cuba. El gobierno cubano censuró a la OEA, pero participó en la sub- secuente reunión de la Conferencia Económica Interamericana –celebrada en Bogotá en el mes de septiembre–, sólo para patentizar su inconformidad con las resoluciones tomadas en la misma. Ante tales acontecimientos, el gobierno de Washington declaró que las contribuciones que correspondían a los EUA –con base en el plan recomendado por la Conferencia– serían aportadas sólo con la condición de que ninguna porción de las mismas se asignara a Cuba.

    La delegación cubana que participó en las sesiones de la Asamblea General de las NU de septiembre, hizo blanco de sus ataques a los EUA y a la política de su gobierno con relación a Cuba.

    El 14 de octubre, los EUA entregaron a las NU su respuesta a las acusaciones cubanas. Tanto en éstas como en la respuesta norteamericana, se aludió a la base naval que los EUA tienen establecida en Guantánamo. Mientras tanto, el propio gobierno norte- americano aconsejó a sus nacionales radicados en Cuba que abandonaran el país, a menos que fuera imperativamente para ellos permanecer en él.

    El 1º de julio, el Banco Nacional de Cuba prohibió que se extrajeran del país menajes de casa y cualesquiera otros artículos de valor. Asimismo, el gobierno revolucionario restringió –a partir del 22 de agosto– la salida del país a cubanos y extranjeros, a menos que tal salida fuera aprobada por las autoridades militares. Además, se limitaron estrictamente las cantidades de moneda extranjera que saliera del país.

    Los EUA declararon, el 19 de octubre, un embargo general contra la exportación de mercancías con destino a Cuba, excepción hecha de productos alimenticios y medicinas.-

 

     

Trascripción de

Simón Anduze G.

anduzeg@cantv.net

Guatire, miércoles 8 de septiembre de 2004

[1]  FIDUCIARIO, RIA  adj. Dícese de los valores ficticios que dependen del crédito y confianza. (Larousse)

[2]  Ernesto Guevara, el Che. (SAG)

[3]  Los soviéticos, acostumbrados al consumo de azúcar de remolacha, sufrieron diarreas al ingerir el azúcar de caña. Por     lo tanto, la URSS no tuvo más remedio que revender el azúcar cubano, con perjuicio para Cuba. (SAG)

[4]  Dwight David Eisenhower. (SAG)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

regreso a documentos            regreso a DDHH