DISCURSO DE HUGO CHÁVEZ EN LA UNIVERSIDAD DE LA HABANA, CUBA, 1994.12.15

 

En este viaje fugaz, pero profundo a Cuba, una compatriota cubana me preguntaba en el avión, que si era la primera vez que yo venía a Cuba, le dije que sí, pero, al mismo tiempo le dije algo que quisiera repetir en este momento, tan emotivo y tan emocionante, primera vez que vengo físicamente, porque en sueños a Cuba vinimos muchas veces los jóvenes latinoamericanos (aplausos y sonrisitas de Fidel). En sueños a Cuba, en sueños a Cuba vinimos infinidad de veces, los soldados bolivarianos del ejercito venezolano, que desde hace años decidimos entregarle la vida a un proyecto revolucionario, a un proyecto transformador, así que, de verdad, agradezco este nuevo honor que me hace el Presidente Fidel Castro, que me hacen todos ustedes, y como le decía anoche, cuando recibí la inmensa y agradable sorpresa de ser esperado en el aeropuerto José Martí por él mismo en persona, le dije, "yo no merezco este honor, aspiro merecerlo en los meses y en los años por venir". Lo mismo, (aplausos) lo mismo le digo a todos ustedes, queridos compatriotas cubanos, latinoamericanos, algún día esperamos venir a Cuba en condiciones de extender los brazos y en condiciones de mutuamente alimentarnos en un proyecto revolucionario latinoamericano, imbuidos como estamos desde siglos hace, en la idea de un continente hispanoamericano, latinoamericano y caribeño, integrado como una sola nación que somos.

 

En ese camino andamos, y como Aquiles Nazoa dijo de José Marti, nos sentimos de todos los tiempos y de todos los lugares, y andamos como el viento tras esa semilla que aquí cayó un día, y aquí en terreno fértil retoñó y se levanta, como lo que siempre hemos dicho, y no lo digo aquí en Cuba porque esté en Cuba, y porque como dicen en mi tierra, en el Llano venezolano, me sienta guapo y "apoyao", sino que lo decíamos en el mismo ejercito venezolano antes de ser soldados insurrectos, lo decíamos en los salones en las escuelas militares de Venezuela. Cuba es un bastión de la dignidad latinoamericana y como tal hay que verla y como tal hay que seguirla y como tal hay que alimentarla (aplausos y sonrisas de Fidel).

 

Recordaba haber leído en la cárcel, Comandante Castro, Presidente de Cuba, haber releído en primer lugar, en la cárcel de Yare, aquella entendida defensa, aquella encendida palabra suya, en La Historia me Absolverá, y haber leído también en la cárcel El Grano de Maíz. La entrevista hecha en este tiempo por el comandante Tomás Borges, y haber comparado, y dentro de tantas comparaciones, de tantas ideas, con 40 años casi de diferencia, una de la otra, sacar varias conclusiones como soldados prisioneros. Una de ellas, que vale la pena, que hay que hacerlo, mantener la bandera de dignidad de los principios en alto, aun a riesgo de quedarse solo en cualquier momento, y mantener contra vientos desfavorables, las vela en alto, mantener posiciones de dignidad, eso lo releíamos, lo leíamos en la cárcel, y fue para nosotros alimento de prisioneros, y fue, y sigue siendo para nosotros, alimento de rebeldes. Y, hablando de rebeldes, subrayo lo dicho por el Presidente de la Federación de Estudiantes, y lo dicho por el Comandante en Jefe Fidel Castro, desde la cumbre de Miami, esa cumbre no se hizo para rebeldes por lo tanto no estuvieron allí los cubanos. Nosotros tampoco podemos entrar a territorio norteamericano, nos tienen prohíba la entrada. Lo dije una vez en Colombia y lo vuelvo a decir ahora en Cuba con mas fuerza y con mas vigor, nos honra como soldados rebeldes que no nos dejen entrar a territorio norteamericano (aplausos).
 

La raíz mas reciente, la raíz zamorana, tomada del general del pueblo soberano Ezequiel Zamora, Zamora líder de la revolución federal venezolana, Zamora el general que usaba doble cubre cabezas, un sombrero de cogollo y un quepí militar sobre el sombrero de cogollo, y lo explicaba en un concepto, que después Mao Tze Tung reflejó de otra manera, en otro tiempo, y en otro lugar, Mao señalaba lo que ustedes saben mejor que nosotros, que el pueblo es al ejercito como el agua al pez. Y ustedes no solamente lo saben, sino que lo han aplicado. Y yo aprovecho, y me disculpan la disgresión, para darle un inmenso abrazo, gigantesco, un gran abrazo a las fuerzas revolucionarias de Cuba, que se han identificado con su pueblo para siempre (aplausos).

 

La otra vertiente de nuestro trabajo, para el cual también necesitamos estrechar nexos con los pueblos de nuestra América, es un trabajo organizativo, y desde la cárcel, o en la cárcel, recibíamos muchos documentos de cómo el pueblo cubano se fue organizando después del triunfo de la revolución, y estamos empeñados en organizar en Venezuela un inmenso movimiento social, el movimiento bolivariano revolucionario ¿??????¿ (no se entiende) y mas allá , estamos convocando para este próximo año a la creación del frente nacional bolivariano. Alguien me decía, hace unos meses atrás, que por qué no permitíamos que el sistema democrático, ese que llaman en Venezuela democrático, madure, y yo le decía que, y aprovecho que he probado unos dulces de mango muy exquisitos aquí en la Habana, yo les ponía en ejemplo del mango, que en Venezuela no sabíamos aprovecharlo, un mango madura cuando esta verde, pero un mango podrido jamás va a madurar, un mango podrido hay que rescatar su semilla y sembrarla, para que nazca una nueva planta. Esto pasa en Venezuela hoy, porque el sistema no tiene manera de recuperarse a si mismo. (aplausos y risitas de Fidel) Y lo que voy a decir, voy a utilizar de nuevo la expresión de la gente de mi pueblo, del Llano venezolano, no lo voy a decir porque estoy aquí guapo y apoyao, lo he dicho en Venezuela, lo he dicho en el Ateneo de Caracas, lugar que ustedes conocen muy bien, lo he dicho a la prensan a la televisión, a los pocos programas a los cuales nos dan cabida, lo dije frente a Palacio de Gobierno, en una ocasión después de salir de la cárcel, nosotros no desechamos la vía de las armas en Venezuela, por eso decimos que no desechamos la vía de utilizar, la vía de utilizar las armas del pueblo que están en los cuarteles, para buscar el camino nosotros estamos pidiendo.
 

Constituyente, y el año que viene, como ya les dije vamos a empujar esa salida como recurso estratégico de corto plazo. Y la tercera vertiente en la que estamos trabajando, para ir concluyendo estas palabras, este saludo, esta pasión que me mueve esta noche, un proyecto estratégico de largo plazo, en el cual los cubanos tienen y tendrían mucho que aportar, mucho que discutir con nosotros, es un proyecto de un horizonte de 20 a 40 años, un modelo económico soberano, no queremos seguir siendo una economía colonial, un modelo económico complementario. Venezuela tiene inmensos recursos energéticos, por ejemplo, ningún país del caribe o latinoamericano, debería importarle combustible a Europa, por qué si Latinoamérica tiene entre ellos a Venezuela, con inmensos recursos energéticos, por qué Venezuela va a seguir exportándole a los países desarrollados 2.5 millones de petróleo crudo al día. Así como hace 500 años se llevaban la materia prima, hoy se la siguen llevando de la misma forma. Un proyecto que nosotros hemos lanzado ya al mundo venezolano con el nombre de Proyecto Nacional Simón bolívar, pero con los brazos extendidos al continente latinoamericano y caribeño, y al respecto hemos entrado ya en contacto con algunos centros de estudio en panamá, Colombia, Ecuador, Uruguay, de Argentina, de Chile, de Cuba, un proyecto en el cual no es aventurado pensar, desde el punto de vista político, en una asociación de estados latinoamericanos, por qué no pensar en eso, que fue el sueño original de nuestro libertadores, por qué seguir fragmentados. Hasta allí en el área política llega la pretensión de este proyecto, que no es nuestro, ni es original, tiene 200 años al menos, así que, en esa área, o en esa tercera vertiente, en el proyecto político transformador de largo plazo, extendemos la mano a la experiencia, a los hombres y mujeres de cuba, que tienen años pensando y haciendo por este proyecto continental.

 

El siglo que viene para nosotros, es el siglo de la esperanza, es nuestro siglo, es el siglo de la resurrección del pueblo bolivariano, del sueño de Martí, del sueño latinoamericano, Queridos amigos, ustedes me han honrado con sentarse esta noche a oír estas ideas, de un soldado de un latinoamericano entregado de lleno, y para siempre, a la causa de la revolución de esta América nuestra.

 

Un inmenso abrazo bolivariano para todos ustedes. (sic Hugo Chávez Frías)

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