Rueda de Prensa - Tema Sabotaje - Juan Fernandez
29 de enero de 2003
Los trabajadores de PDVSA estamos sumados a un Paro Cívico Nacional cuyo fin es definir una salida electoral a corto plazo, que permita a nuestra Nación retomar el camino de la unión y la paz. Nuestra incorporación a este paro no tuvo una motivación distinta que defendernos, como ciudadanos, de un Régimen que ha cercenado las instituciones, cerrado las salidas democráticas y convertido a la industria petrolera en caja chica del Gobierno Nacional, sin importar el desarrollo del país.

En la Mesa de Negociación debemos alcanzar en los próximos días un acuerdo electoral, el cual debe estar atado a la reincoporación de cada uno de los trabajadores de PDVSA que han sido injusta e ilegalmente despedidos o destituidos.
• El Gobierno ha aprovechado el Paro Cívico Nacional para lograr lo que considera uno de sus objetivos primordiales: penetrar políticamente a PDVSA, removiendo de sus cargos a su línea gerencial y técnica, para colocar en sus puestos a personal afecto al Régimen y desmantelar lo que llegó a ser la segunda corporación energética del mundo.
• Antes de buscar una salida electoral, el Gobierno Nacional ha preferido tomar a la fuerza las instalaciones de PDVSA y colocar personal no calificado al frente de sus operaciones, causándole daños irreparables a la Corporación y lo más grave aún a cada uno de los venezolanos.
• La Reestructuración que el Gobierno Nacional concibe busca sustituir las palabras competitividad y liderazgo de PDVSA en el mercado internacional por las de atraso y complacencia con el régimen. Están transformando una corporación global con una sólida presencia en América y Europa, por una empresa local y netamente extractiva. Este gobierno pretende retroceder la actividad petrolera en Venezuela a lo que fue hace 50 años. Esto contrasta abiertamente con la empresa que los venezolanos construimos. Una corporación con la visión de las más importantes empresas del sector que buscan ser corporaciones energéticas.
El Gobierno Nacional ha confundido la palabra sabotaje con paro cívico nacional. Ha intentado esconder detrás de la palabra sabotaje su incapacidad e irresponsabilidad en el manejo de la industria petrolera. Ha hecho creer a la comunidad nacional e internacional que no han podido poner totalmente en operación a la industria por acciones de sabotaje del personal de PDVSA, lo cual es realmente imposible, pues su personal está sumado a un paro cívico desde hace casi dos meses y sus instalaciones fueron entregadas con actas legales.
• Desde la primera semana del mes de diciembre los trabajadores de PDVSA nos retiramos de las instalaciones para sumarnos al Paro Cívico Nacional, por lo que difícilmente hemos podido dañar plantas, oficinas, pozos o llenaderos estando fuera de la empresa. Esto se hace imposible pues ningún sistema de operaciones puede ser manipulado desde nuestras casas. Además, desde los primeros días del mes de diciembre Alí Rodríguez Araque eliminó cualquier acceso remoto a los sistemas administrativos. Los directivos y gerentes ilegítimos deberían admitir que ellos son los grandes saboteadores de PDVSA, al colocar en sitios estratégicos a personal no capacitado. ¿entonces Hugo Chávez, quién es el saboteador?.
• Cada una de nuestras instalaciones fueron entregadas en perfecto estado a las autoridades ilegítimas de PDVSA y a la Guardia Nacional y en muchos casos, en presencia de los tribunales del país y del mismo Alí Rodríguez Araque. Las dejamos listas para regresar y retomar nuestras actividades habituales. Si nosotros hubiésemos saboteado las instalaciones, podemos asegurarle que difícilmente pudieran estar produciendo un millón de barriles. Ha sido la impericia de los técnicos que tomaron las instalaciones y de los gerentes que les dieron las órdenes, los causante de las fugas de gas, daños a plantas y derrames en el lago de Maracaibo y en tierra, así como la falta de combustible y gas doméstico en el país. Esto sí es sabotaje.
• Sin el personal que está hoy sumado al paro cívico nacional es imposible retomar la normalidad operacional de la PDVSA que todos conocemos. Dos meses después, el nivel de producción se ubica apenas en menos de un tercio del que teníamos antes del 2 de diciembre y lo han conseguido sin importarles sacrificar a nuestro personal, afectar las instalaciones y yacimientos, generar daños irreparables a nuestro ambiente. Esto sí es sabotaje.
• Al Gobierno Nacional poco le importa la destrucción de PDVSA y del país. Ha preferido desmembrar la estructura que nos llevó a ser la segunda corporación energética más importante del mundo y convertirla en una empresa donde son sinónimo de normalidad los accidentes, la deficiencia en el suministro de combustibles y gas al mercado interno, así como la caída dramática de los ingresos por exportaciones de crudo y productos. Hugo Chávez ha preferido esta destrucción a una salida electoral que desea el 90 por ciento de los venezolanos. Señor Chávez, eso sí es sabotaje.
• Finalmente dejamos esta reflexión, el concepto de saboteador de Hugo Chávez es tan absurdo en este caso como acusar de saboteador al invitado que no va para una fiesta. Es decir, los trabajadores petroleros le saboteamos la fiesta a Hugo Chávez.

regreso a documentos