LA COORDINADORA DEMOCRÁTICA DE VENEZUELA

Consciente de su responsabilidad en la construcción de una salida victoriosa frente a la amenaza autoritaria presentada por el gobierno de Hugo Chávez Frías a la convivencia libre, pacífica y democrática entre todos los venezolanos, proclama la siguiente

Declaración de Principios para la lucha democrática del pueblo venezolano

1.      La lucha de la Coordinadora Democrática tiene como norte afirmar los valores de democracia, libertad, pluralismo y convivencia pacífica, en un marco de desarrollo económico, lucha contra la pobreza, equidad social e inclusión, mediante la construcción de una sociedad productiva, fundada en el trabajo, la honradez, la justicia social y el Estado de Derecho.

2.      Esta lucha comprende el más amplio y plural concierto de voluntades ciudadanas del que tenga memoria nuestro país. Ofrecer un punto de encuentro y un cauce político, programático y logístico al esfuerzo de millones de compatriotas -quienes actúan a título individual o agrupados en centenares de asociaciones políticas, cívicas, gremiales o vecinales- es la tarea que nuestro pueblo ha asignado a la Coordinadora Democrática.

3.      Esta misión la hemos intentado cumplir con la mayor voluntad de consenso y participación, en el marco de una diversidad de enfoques que resulta lógica en la referida composición. La Coordinadora Democrática ratifica esta vocación de apertura y convergencia, presente en la Declaración suscrita el 5 de julio de 2002 y especificada en los principios y lineamientos estratégicos de esta declaración. Entendemos que ellos deben también regir al esfuerzo de reconstruir a nuestro país, tras la superación del presente desafío.

4.      La Coordinadora ratifica que su lucha se encuadra en la búsqueda de una salida democrática, pacífica, constitucional y electoral a la crisis que atraviesa Venezuela. Esta salida debe ser también civilista, entendiendo como tal que son las fuerzas cívicas, agrupadas en partidos políticos y organizaciones no gubernamentales (sindicales, empresariales, gremiales, vecinales y ciudadanas), las protagonistas de la lucha y de su desenlace; así como las que deberán conducir la transición y reconstrucción nacional.

5.      Entendemos que, tras la preeminencia asignada al sector militar por el actual régimen, tanto en el ejercicio diario del poder como en el texto constitucional, la reconstrucción nacional que aspiramos deberá restituir el principio de clara subordinación del estamento militar al poder civil, sin menoscabo de la dignidad y el respeto que nuestra sociedad ha dispensado siempre a sus profesionales de las armas.

6.      En la presente circunstancia –la de una población desarmada agredida por un gobierno que no vacila en usar contra ella agrupaciones armadas ilegales, y que manipula a sectores de la Fuerza Armada de todos los venezolanos para convertirla en brazo ejecutor de sus designios dictatoriales- exigimos de nuestros militares un apego irrestricto a la Constitución. Ello debe traducirse en la negativa a agredir a la población civil o restringir sus derechos y, por el contrario, prestar a esta la debida protección que demandan su condición, los preceptos constitucionales y las leyes. Asimismo, en la responsabilidad de contribuir al cumplimiento de los derechos allí establecidos, entre ellos las consultas populares señaladas en los artículos 70, 71 y 72 y garantizar el cumplimiento de la voluntad de los electores.

7.      La Coordinadora mantendrá como escenarios privilegiados de su esfuerzo la protesta masiva, pacífica y responsable de los ciudadanos en las calles de Venezuela, en estrecha coordinación con la gestión de sus representantes en la Mesa de Negociación y Acuerdos, en busca de una solución electoral a la crisis de gobernabilidad del país. En tal sentido, expresa su voto de confianza a las gestiones del Secretario General de la OEA y de los representantes del PNUD y el Centro Carter, así como nuestro beneplácito hacia los buenos oficios del Grupo de Países Amigos.

8.      Nuestra acción opositora trascenderá los espacios ya ganados. La misma se extenderá a todos los rincones del país y será profundizada en los sectores sociales más desasistidos, los más golpeados en su modo de vida y dignidad por la torpeza insensible del régimen; ellos sufren hoy doblemente, por el desengaño de una incumplida redención revolucionaria.

9.      La Coordinadora Democrática extiende un brazo solidario a los millones de compatriotas que creyeron en las ofertas engañosas de Chávez. Ello incluye a quienes aun mantienen alguna confianza en su prédica. Entre todos, y en la forma menos traumática, debemos resolver el difícil trance en que nos encontramos, para luego reconstruir a nuestro país en paz, solidaridad y democracia.

10.        Para cumplir con la mayor eficacia estos principios, la Coordinadora Democrática ha procedido a reestructurar sus instancias decisorias y operativas, siempre con el norte de garantizar la amplia y horizontal participación de sus integrantes y acoger todo nuevo aporte de los venezolanos. Es el resultado de la experiencia de apenas nueve meses, de cuyo intenso trámite –con aciertos y errores- extraemos valiosas enseñanzas para continuar con mejor tino y mayores bríos.

11.        La Coordinadora Democrática declara su voluntad de contribuir a construir una alternativa democrática de gobierno. Para ello hemos reestructurado los equipos plurales que se ocuparán de profundizar las propuestas de gobernabilidad y transición que requiere el país para reemplazar esta ruinosa confrontación entre el gobierno y Venezuela por un ambiente constructivo y consensual; y para hacer realidad los proyectos de corto y mediano plazo, hacia una productiva senda de crecimiento económico y equidad social.

12.        La Coordinadora Democrática declara su voluntad indoblegable de contribuir a restablecer el régimen democrático, reinstitucionalizar a la Fuerza Armada Nacional y a facilitar la reconciliación de los venezolanos y su incorporación a la reconstrucción de la nación.

13.        La Coordinadora Democrática ratifica su voluntad de utilizar todas las vías democráticas, constitucionales, y pacíficas a nuestro alcance para construir la salida a la crisis de gobernabilidad que afecta al país.

14.        Dada la proximidad de dicha fecha, convocamos a afinar nuestros mejores esfuerzos para cumplir con éxito esa jornada fundamental. Ratificamos nuestro compromiso con la unidad de la sociedad democrática, el cual se traducirá en una propuesta de gobierno unitario y en un programa de reconstrucción nacional. 

15.        Los principios aquí enunciados regirán la acción política de la Coordinadora Democrática y obligarán la conducta de todas las organizaciones que la integran.

marzo 2003

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