El Nacional - Domingo 27 de Junio de 2004 E/7

Iglesia

A favor de periodistas y medios

Gobierno desacató 36 medidas cautelares

La organización Reporteros Sin Fronteras advierte que en Venezuela "los periodistas están pagando muy cara la extremada polarización de la sociedad entre partidarios y opositores de Chávez".

La organización reporta, en su informe de 2003, que la lista de países con periodistas agredidos, amenazados o interrogados por las autoridades fue encabezada por Venezuela con 80 casos documentados

 

HERNÁN LUGO GALICIA

NORBERTO MÉNDEZ

 

En el mundo existen 10 naciones consideradas como de “alto riesgo para el ejercicio periodístico”.

Según un informe de la organización Freedom House, Venezuela aparece en una categoría menor, con el rótulo de estar “bajo observación” y ser “un país no libre” para la expresión de ideas, junto con Cuba, Haití y Colombia, debido a la serie de violaciones de los derechos humanos, agresiones e intimidaciones que han denunciado medios de comunicación y gremios periodísticos ante los organismos internacionales.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA también ha cuestionado la actitud del Gobierno, en especial, el incumplimiento de las 36 medidas cautelares y medidas provisionales a favor de medios, como Globovisión. Los afectados han denunciado hostigamientos, amenazas y ataques físicos, de acuerdo con la organización internacional.

En otras palabras, “la Comisión constató que la mayoría de las violaciones se refieren a infracciones de las obligaciones del Estado venezolano de prevenir e investigar los delitos y castigar a los culpables, lo que ha generado situaciones de impunidad. Hubo un aumento significativo de la impunidad en los últimos años relacionado con hechos de violencia (porque) 90% de las investigaciones sobre violaciones de los derechos humanos no supera las etapas preliminares del proceso”.

 

DETERIORO

En este sentido, Jordán Hernández, miembro de la subcomisión de Medios de la Asamblea Nacional, advierte que la imagen del país está deteriorada en el ámbito mundial por los reclamos de la CIDH y por el incumplimiento de las 36 medidas cautelares por parte del Chávez.

Reporteros Sin Fronteras advierte que en América Latina la primera amenaza es la violencia, reseñó la agencia AFP. De acuerdo con el informe que presentará en la 14º Jornada Internacional de la Libertad de Prensa, en 2003 fallecieron en la región 8 periodistas en el ejercicio de su profesión, 15 fueron secuestrados, 1 fue víctima de desaparición forzosa, más de 40 permanecieron encarcelados y más de 300 recibieron amenazas o agresiones.

Si bien por segundo año consecutivo Colombia encabezó la región como el país más peligroso para ejercer el periodismo, Venezuela llamó la atención de la organización.

El país fue ubicado entre aquellos donde la prensa es “víctima de la inestabilidad política”, junto con Bolivia, Ecuador y Perú. RSF denunció que “el Gobierno (venezolano) ha multiplicado las agresiones y presiones contra la prensa”.

 

VENEZUELA, A LA CABEZA

La lista de naciones con periodistas agredidos, amenazados o interrogados por las autoridades fue encabezada por Venezuela con 80 casos documentados, seguida de Colombia con por lo menos 42 periodistas en esta situación.

La preocupación de Reporteros Sin Fronteras por el estado de la prensa local no es nueva y, de hecho, en el sitio web de la organización el país está en la clasificación de “situación delicada”, al lado de Brasil y México, entre otros. En el informe correspondiente a 2002 se contabilizaron 58 agresiones en las manifestaciones y amenazas contra 16 profesionales venezolanos.

En 2002, RSF sostuvo: “En Venezuela se degradó la situación de la libertad de prensa. Los periodistas están pagando muy cara la extremada polarización de la sociedad entre partidarios y opositores del presidente Chávez. Se ha multiplicado la intimidación contra los medios de comunicación privados y periodistas que acuden a cubrir las manifestaciones, animados por las declaraciones del jefe del Estado. En ocasiones, la prensa privada olvidó las más elementales reglas de deontología, hasta el punto de avalar el intento de golpe de Estado de abril, cuyos cabecillas reprimieron inmediatamente a los medios de comunicación considerados pro-Chávez”.

 

“NO LIBRE”

América Latina es, según el Instituto Internacional de Prensa, “la región más peligrosa del mundo para trabajar como periodista”, cuestión que es reforzada por la organización Freedom House que, en su último informe, colocó a Venezuela como “no libre” y denunció un aumento del acoso legal, las presiones políticas y la violencia contra los comunicadores.

De 193 naciones evaluadas por la organización, 73 son consideradas “libres” -pocas restricciones a la prensa-, 49 “parcialmente libres” -imponen restricciones - y 71 “sin libertad” -porque aplican controles estatales, como el de la venta de divisas, para doblegar a las empresas editoras-.

Por ahora, en el continente únicamente figuran como “libres” Costa Rica, Chile y Uruguay, mientras que el resto está en una posición intermedia.

En el caso de Venezuela, según se advierte en informes del Bloque de Prensa Venezolano, el Colegio Nacional de Periodistas, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa y grupos civiles que perciben un deterioro en los derechos humanos y una arremetida hacia la prensa, si el gobierno de Hugo Chávez insiste en irrespetar la libertad de expresión, el país pasaría a ser territorio non grato para la prensa nacional e internacional.

La minusvalía de los medios se mide, de acuerdo con la asociación latinoamericana Periodistas Frente a la Corrupción, por los ataques violentos e intimidaciones que, en el caso venezolano, se evidencian en el programa Aló, Presidente, las detenciones y procesos judiciales abiertos contra comunicadores y medios.

 

Destaca que la indefensión jurídica obligó a que Pablo López Ulacio, quien publicó una información en el diario La Razón contra un funcionario público, tuviera que pedir asilo político. Pesan, además, la censura previa, las presiones y violaciones del secreto periodístico, el recorte de publicidad y la limitación al acceso a la información.

Esas variantes dependen también del equilibrio informativo que ofrezcan los medios de difusión que, en este momento y por temor a perder la democracia, se han convertido en actores políticos.

“Venezuela fue el primer país hispano que consagró la libertad de expresión en su Constitución, en 1811, y en la nueva Constitución se registra el mayor número de artículos a favor de la libertad. 13 en total.

Sin embargo, desde la época republicana, no hemos tenido tantas violaciones de la libertad de expresión, como ahora.

Un reportero gráfico murió, hemos presenciado tomas de medios de comunicación, heridos, hay un periodista exiliado, 10 enjuiciados (Marianella Salazar, Ibeyise Pacheco, Martha Colomina y Patricia Poleo, entre otros) y un torturado, Wilmer Quintana, del diario La Antena, en Guárico”, señaló el diputado Alberto Jordán Hernández.

 

LEY MORDAZA

Otra forma de agresión contra la prensa se percibe en la Asamblea Nacional.

Allí se está discutiendo una ley para regular a los medios radiales y de televisión, conocida como la ley mordaza. En Panamá y en Chile este tipo de legislaciones establece penas de cárcel para los delitos de difamación o desacato.

Desireé Santos Amaral, diputada del MVR y secretaria del CNPCaracas, reconoce que “verdaderamente han habido injustas agresiones de parte de sectores que no entienden, ni diferencian a los periodistas de la línea editorial”.

Sin embargo, rechaza los argumentos de las asociaciones internacionales, como RSF, porque conoce las posiciones que han tomado a favor de los patronos y sabe que los informes que elaboran no se ajustan a la realidad.

“Las perturbaciones han sido de ambos lados; y eso lo condenamos, aunque debe quedar claro que, durante este gobierno, no se registran detenidos por el ejercicio profesional, ni medio cerrado por el Gobierno. En cambio, los golpistas sí, casos canal 8 -en abril de 2002- y TVCatia”, aseguró.

Entiende que es hora de invocar el Código de Ética, por cuanto este instrumento obliga al periodista a denunciar “como fraudulento” todo intento de vulnerar la libertad de prensa y expresión por simples “intereses mercantiles o sensacionalistas o para convalidar tergiversaciones del mensaje informativo”.

Chávez nunca ha ocultado su deseo de cerrar canales privados y así lo hizo saber en abril de 2002, cuando señaló que intentarían derrocarlo. “Estuve toda la noche viéndolos; me faltó poquito (para cerrarlos)”, dijo en esa oportunidad.

[sic]

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