Devuélveme

Por Alejandro Rejón

Desde la  mustia celda que es el  exilio, ahogo
De
la Patria evitada, desde tierras para ti perdidas
El
  llanto quebrado del más puro e incierto anhelo
Llama a la encarnada sangre, y espolea
   las  heridas

 Fingirás  una y otra vez dictando que ya nada te importa
Y que de tu mente agreste has borrado ya el pasado
¿Y por qué escondes entonces  tu mirada en el silencio?
Con el  tenue recuerdo de la “Venezuela” que has dejado

 Al partir,  mentiste al decir que era  un simple “hasta luego”
Tu porvenir frágil  e inseguro,   fue más tarde desvelado
¿Podrías abandonar  a alguien, quien ya  antes  te ha dejado?
¿O volver a  beber un vaso, del  vino  quedamente derramado?

 Tu vientre otrora  fértil, se ha vuelto mustio y marchito
Tu prole hoy  llena  de ira, enfrenta unida al oprobio
¿Pero que más  exigirle a esa Madre que dio tanto?
¿Qué más pedirle a esa Patria  que dio todo?

 Y yermo en mi aposento lejos de la mirada de otro
Oro en el más quieto silencio sin ocultar ya  mi sonrojo
Porque expiran las mentiras cuando te encaras  a ti mismo
Mengua  el telón del teatro cuando ya te encuentras solo

 A cambio de tanto y mucho, solo de migas yo te he dado
Y hoy allende de tus  costas ya no estoy más a tu lado
Y si para tu consuelo  sirve, en mis entrañas siempre albergo
El cándido amor de niño que de su Madre fue quitado

 Mas oteando hacia al pasado quise idealizar el futuro
A pesar de mi quebranto no quise darme por derrotado
Y de mi alma un grito quedo, desgarraba  el fiel silencio
Una súplica hice al viento, y una plegaria a Dios  hice humillado:  

 Devuélvenos Patria mía el menos común de los sentidos
Reúne  Madre  a tus hijos,  que  hoy en una diáspora está
“Consolida ya la unión”, y une Madre a mis hermanos
Para que en el panteón el Padre pueda descansar en paz

 Devuélveme la Venezuela en la que solíamos caber  todos
Reembólsame la sonrisa que  asaltaron  de mi boca
Absuélvenos de esta locura que nuestra serenidad trastoca
Que nos compele a distanciarnos por pensar de distintos modos

 Devuélveme  al noble vecino con el que solía charlar
Que en dilatados casos  comprobó ser más que un familiar
Y que aunque de política nunca aprendimos y de ella nunca vivimos
Ya no platicamos más, pues tristemente  nos dividimos

 Devuélvenos a la mesa el dulce aroma de una arepa
Con margarina a mi gusta,
¡con mantequilla la comerás!
Ya la prepare la tía, la madre o la tierna abuela
Si la familia está reunida,  la comida la une más

 Devuélveme del exilo, para  reunirme con los que mas quiero
Regrésame  mi caballito blanco con la cabeza hacia atrás
Sílbame una tonada,  que sea “el gloria al bravo pueblo”.
Y quítale al tricolor  esa estrellita  de más

 Y al finalizar ya mi ruego, al terminar ya mi plegaria
Contrito  y apocado, cuatro cosas quiero pedirte más
Patria grande, Madre hermosa concédeme los deseos
Que sé bien si me los cumples, pronto nos vamos a reencontrar

Devuélvenos a cada uno la capacidad de ser mejores
Repone  en nuestras  conciencias la capacidad de tolerar
Otórganos hoy sabiduría para corregir errores
Danos hoy la valentía para aprender a perdonar

 

Alejandro Rejon.

Secretario de Vene Intelligentsia
Australia.
 

¡Porque yo soy Vene Intelligente! ¿Y tú?

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