INTERPELACIÓN AL General Néstor González, séptima parte  (regreso)

Presidente: Tiene la palabra el diputado Alfonso Marquina.

Diputado Alfonso Marquina: Señor Presidente, colegas parlamentarios. General González González. Debo confesarle el impacto que ha ocasionado su intervención en esta cámara en mi persona, la verdad que la capacidad de asombro cada vez que pasa por este hemiciclo un actor de tanta importancia como usted y hace afirmaciones como la que usted ha realizado, creo que no nos queda otra impresión que tratar o confirmar que la orientación de esta Comisión debe estar hacia el hecho de que, esos lamentables hechos, esas lamentables muertes, esa sangre que corrió en Venezuela no fue producto de la pasión de un hecho particular, sino que pareciera más bien que fue un hecho coordinado y planificado desde las más altas esferas del gobierno nacional y ejecutado por grupos de personas que han venido recibiendo un tipo de adiestramiento parapolicial o paramilitar, para ejecutar este tipo de actividades de terrorismo de Estado.

Creo que profundizando hoy en su interpelación, podremos darle una orientación a esta Comisión, porque tendríamos entonces que esos asesinatos del 11 de abril podrían terminar siendo un delito de genocidio, delito de lesa humanidad, y ya estaríamos hablando de una situación que en Venezuela no tiene precedente, pero que estoy seguro que en el mundo todos los países democráticos, todos los países civilizados tendrán que hacer fuerza común con nosotros para que los responsables sean castigados con toda la energía de la ley.

Su intervención fue bastante amplia, yo había preparado un cuestionario en base a algunas apreciaciones públicas que usted había venido fijando. Sin embargo, General, me voy a permitir leerle nuevamente estas preguntas que había preparado, si usted considera que ya ha respondido algunas de estas preguntas puede obviarla, en caso contrario puede utilizarlas para profundizar o ahondar en cada uno de los puntos que le voy a indicar.

Primera pregunta, General. ¿Conoce usted, fue testigo usted de la renuncia del Presidente Chávez anunciada a los medios de comunicación por el General Lucas Rincón, inspector general de las Fuerzas Armadas? ¿Está convencido usted de que efectivamente el Presidente Hugo Chávez Frías renunció al cargo?

Segunda pregunta. ¿Qué opina de las declaraciones del General de División, Manuel Rosendo, sobre el testimonio de su asistente personal, el capitán O’Bryan Fossi, referente a las instrucciones giradas por el Ministro de la Defensa del momento y actual Vicepresidente de la República, a quien pretenden convertir en una especie de agente de conciliación, en una especie de promotor del diálogo, pero que según este testimonio fue el que le dio las instrucciones al alcalde Freddy Bernal, para que armara a los grupos bolivarianos para enfrentar la marcha pacífica que se dirigía a Miraflores el día 11 de abril?

Tercera pregunta. Como excomandante del TO2, ¿cuál ha sido la actitud del gobierno nacional en torno a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, entiéndase la guerrilla colombiana en la frontera venezolana? Son muchos los comentarios que se han hecho y que se hacen sobre la presencia de la guerrilla colombiana en territorio nacional. ¿Cree usted que esa guerrilla colombiana actúa entrenando a círculos bolivarianos, o a algunos de los miembros de estos círculos bolivarianos?

Cuarta pregunta. Usted ha sido comandante de tropa y segundo comandante de la Guardia de Honor destacada en la Casa Militar. ¿Qué opina sobre la aplicación del Plan Avila el día 11 de abril?

Aquí se habló de una reingeniería de ese plan, ¿en qué consistió esa reingeniería?

¿La Casa Militar controla el área circundante a Miraflores, de acuerdo a los planes de seguridad que se deben activar de manera inmediata cuando cualquier manifestación o hecho de alteración del orden público en las cercanías de Miraflores, deben tomar incluso lo que llaman el eje de seguridad, los edificios circundantes de Miraflores, incluyendo las azoteas?

¿Por qué cree usted que este plan no se activó el día 11 de abril? ¿Por qué hubo presencia de francotiradores en edificios cercanos a Miraflores? ¿Por qué había francotiradores en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, de la Cancillería? ¿Cree usted que eso fue una actitud deliberada, complaciente, que permitiera la actuación de estos francotiradores?

Quinta pregunta. Usted fue destituido de la comandancia de las escuelas de las Fuerzas Armadas Nacionales, por las cartas internas, que incluso ha señalado algunas de ellas acá, sobre la politización de las Fuerzas Armadas. ¿Cómo cree que las Fuerzas Armadas se han venido politizando?.

Sexta pregunta: ¿Qué opinión tiene sobre el perfil de los oficiales involucrados en los hechos del 11 de abril?. ¿Cree usted que se están ocultando parte importante de los hechos por parte del ciudadano Presidente de República, del actual Vicepresidente y del Ministro de la Defensa?.

Séptima pregunta: ¿Qué puede suceder a corto y a mediano plazo dentro de las Fuerzas Armadas sino se les devuelve, sino se retorna la institucionalidad a nuestras Fuerzas Armadas Nacionales?.

Octava pregunta: ¿General por qué cree usted, o por qué ha afirmado al igual que lo ha hecho el General en Jefe Lucas Rincón que nuestras Fuerzas Armadas se encuentran fracturadas, cuáles son las causas?. También hablo de eso pero si puede profundizar se lo agradecería.

Nueve: Usted ha venido afirmando y creo que ya tiene algún, sería bueno que lo consignara a la Comisión, sobre el hecho de que usted tenía mas de un año y diez meses efectuando planteamientos verbales y escritos a sus superiores sobre la situación del país. ¿Cuál fue esa reacción del gobierno, fueron atendidos esos planteamientos, o si por el contrario se tomó algún tipo de retaliación en su contra?.

¿Qué opina de las destituciones y nombramientos recientes como consecuencia de los hechos del 11 de abril?.

¿Cuál es la actitud del personal de oficiales en la actualidad luego de los sucesos del 11 de abril?.

¿Qué opinión tiene usted sobre las declaraciones del Vicepresidente doctor Rangel, que supone y así lo afirmó en esta cámara que viene otro golpe y de las declaraciones del General Lucas Rincón Romero de que él no sabe de esta posible medida o salida militar?. Quizás está durmiendo todavía. Incluso.

¿Qué opina usted señor General de esa especie de alerta o que yo califico mas bien como de amenaza del actual Vicepresidente que señaló en esta cámara o nos entendemos o nos matamos?.

¿Sería eso un acto de intimidación, sería una actitud deliberada por parte del Vicepresidente de la República de tratar de atemorizar a la población venezolana?.

Por último señor General: Ya han salido por allí algunas afirmaciones sobre todo por parte del oficialismo o de funcionarios del alto gobierno, algunas de presuntas irregularidades en el Plan Bolívar 2000 que le tocó a usted administrador en el Estado Monagas. ¿Podría usted informar acá sí después de su gestión como administrador de estos recursos se le prácticó alguna actuación fiscal, ¿cuáles fueron los resultados de esa actuación fiscal?.

¿Se determinaron realmente algún tipo de irregularidades en el manejo de recursos públicos en el Plan Bolívar que usted le tocó administrar, o si por el contrario estas acusaciones podrían ser parte de esa campaña de intimidación, de hostigamiento que pretende silenciar a todos los venezolanos que de una u otra manera estamos denunciando o estamos criticando la acción de este gobierno?. Es todo señor General. Gracias señor Presidente.

Presidente: Tiene la palabra el ciudadano Néstor González González.

General Néstor González González: Muchas gracias señor diputado Alfonso Marquina.

¿Qué conoce usted de la renuncia del Presidente Chávez anunciada a los medios por el General Rincón?. ¿Considera usted que el Presidente renunció?.

Realmente estuve hablando con el General Rosendo y el testimonio de él es, se ajusta a la realidad de lo que pasó. Pero presencié la llegada del señor Presidente al Comando General del Ejército y lo conduje a la oficina del Jefe del Estado Mayor no del Inspector General como se ha dicho. En esa oficina el Presidente ocupó su lugar acompañado del General Rosendo, del General Hurtado Sucre y del General Manuel Antonio Rosendo, Monseñor Porras, Monseñor Azuaje, y una vez allí él manifestó abiertamente sin presión yo quiero renunciar, estoy aquí para renunciar, pero yo quiero que me garanticen la seguridad de mi familia. Yo renuncio, esas palabras yo renuncio y me voy.

El Alto Mando en ejercicio que se encontraba en ese momento manifestó, que aceptaba la renuncia pero tenía considerar la salida del país por los hechos de sangre que se habían presentado ese día y por la situación en que se encontraba el mismo. Estos oficiales salieron a deliberar y luego regresaron de nuevo al salón y le informaron al señor Presidente que no podía salir del país por cuanto en el día se habían producidos hechos de sangre por lo cuales él tenía que responder y en segundo lugar porque el país en un caos total y tenía que rendir cuentas al respecto. Eso fue lo que para mí significó la renuncia del señor Presidente y por supuesto en ese momento un vació de poder.

Con respeto a la renuncia del General Rincón lo que conozco de esto fue lo que me relató el señor General Manuel Antonio Rosendo, y luego por supuesto que lo vi en la televisión anunciando pública y notoriamente que él había renunciado al, que él señor Presidente había renunciado y que ellos ponían sus cargos a la orden.

Cuando vamos a la situación de esa renuncia el personal que estaba deliberando por supuesto dice, bajo el asesoramiento legal de algunas personas que estaban allí, primero hay una renuncia manifiesta del Presidente notificada por el Comandante General del Ejército, por el Comandante, perdón hay una renunciada anunciada por el Inspector General de la Fuerza Armada Nacional y en segundo lugar, allá afuera está un Presidente que ha renunciado pero su condición es irse al exterior ¿quién es el Presidente en ese momento?, no existe, porque hay una renuncia y lo que se está tratando, se acepta la renuncia pero se está tratando única y exclusivamente su salida al exterior.

Esto implicó de acuerdo yo oí en ese momento, era que no hacia falta una firma porque estaba, falta un firma de un documento porque estaba implícita, la renuncia manifiesta pública notoria a nivel nacional e internacional de un Presidente.

Hay que hacer diríamos mención de que el señor Presidente en algún momento manifestó que él pretendía defender la revolución con el ejército, pero como el ejército a través del General Efraín Vásquez Velazco se pronunció en función de no mantener a la Fuerza Armada Militar para apoyar una actitud que atentaba contra los derechos humanos, entonces el Presidente pues decidió tomar la decisión de renunciar e irse del país.

Segunda pregunta: ¿Qué opina de las declaraciones del General Manuel Antonio Rosendo sobre el testimonio del Capitán O’Bryan Fossi, referentes a las instrucciones dadas por José Vicente Rangel al Alcalde Bernal?.

Con respeto a esto señores diputados les quiero decir lo siguiente, si el General Manuel Antonio Rosendo no hubiera notificado a esta sala esa novedad lo hubiera hecho yo, y automáticamente el General Manuel Antonio Rosendo se hubiera convertido en cómplice también de esta situación. Porque yo supe de esa novedad transmitida directamente por el señor capitán en el momento, el Capitán O’Bryan en el momento, o mejor dicho muy cercano al momento en que sucedía tal situación.

Igualmente el Capitán O’Bryan estaba presente cuando el General Rojas Pérez le pasó la novedad a las cuatro de la tarde del día 11 al señor Comandante General del Ejército y le dijo, mi General, mi General Vásquez oiga al General Rojas Pérez porque lo que él está diciendo corrobora lo que yo le dije a usted sobre las instrucciones que ha dado el ciudadano Dr. José Vicente Rangel al Alcalde Bernal, o sea, que eran realmente dos personas manifestando una misma novedad de la misma naturaleza y por supuesto, con las mismas posibles consecuencias.

Yo considero pues y probablemente haga énfasis un poquito mas adelante que también el doctor José Vicente Rangel a quien atendí muchas veces con mucha armonía y mucha fraternidad en el Teatro de Operaciones N° 2, al menos conmigo y a lo mejor esa es mi posición con respecto a este régimen, es la perdida de credibilidad, mentiras, cuando se le presenta una situación, cuando la tiene que afrontar o cuando tiene que tomar decisiones en las cuales están en peligro o están en juego vidas humanas, o cuando las decisiones envuelven la seguridad y defensa del país.

Tercero: ¿Cómo el Comandante del Teatro de Operaciones N° 2 cuál ha sido la actitud del gobierno nacional con la FAR en la frontera? . Son muchos los comentarios que se han hecho y que se hacen sobre la presencia de la guerrilla colombiana en territorio nacional. ¿Cree usted que esa guerrilla colombiana actúa entrenando a círculos bolivarianos o algunos de los miembros?.

Mi experiencia en el Teatro de Operaciones N° 2 fue bastante amplia, intentábamos localizar sembradíos, el primer incidente lo tuvimos destruyendo campos de coca en las cuales, o las mismas son sembradas entre el límite fronterizo muy cerca de Colombia y del territorio venezolano. En una oportunidad tuvimos un incidente porque nos anunciaron que los campos de coca estaban minados y que decía militares venezolanos este es territorio colombiano, fuera de aquí. Hay una técnica para detectar los campos minados que es disparar sobre esos campos minados, disparamos y se presentó un incidente porque durante ese tiempo pues lo que hicimos fue destruir unos cambuches donde almacenan la pasta de coca, o tienen algunos instrumentos los sembradores de coca. Por supuesto, allá estaba el señor José Vicente Rangel de Canciller y me llamó en una oportunidad para decirme: Mire General hay problemas con Colombia en este sentido y los hubo, pudiésemos momentáneamente manejar eso bien y dejarlo así; y yo le manifesté no, vamos a terminar de cortar la siembra de coca porque este es Venezuela, este es mi territorio y yo no le pido permiso al vecino para salir al patio de mi casa.

De tal manera que concluimos eso y ese a lo mejor fue mi primer contacto con el señor, el doctor José Vicente Rangel en esa oportunidad. Luego de allí ahondamos un poco más las operaciones y empezamos a buscar amapola y dentro de la búsqueda de amapola pues encontramos algunas otras cosas como eran, o era un campamento guerrillero en el cual pues, de bastante amplitud y que alojaba o entrenaba a bastante personal. Allí hubo un incidente cuando uno de nuestros aviones iba a conducir una operación de ataque directo, porque yo como Comandante del teatro de Operaciones pues previa autorización tengo autoridad para conducir operaciones militares en la zona, el avión se estrelló hubo un sobreviviente y perdimos a uno de los pilotos, no lo encontrábamos y durante la búsqueda hubo contacto con esos elementos.

Como no sabíamos realmente si el piloto lo tenía los guerrilleros o estaba muerto, le dimos veinticuatro horas para que saliera el personal de guerrilla de aquí con la condición de que el piloto debía ser entregado vivo porque teníamos informaciones de que ellos lo habían capturado, y sabíamos que el único salvoconducto que tenía ese personal era el piloto. Ahí hubo un peso por supuesto entre la soberanía y la vida uno de nuestros hombres, pero también estaba condicionado por el tiempo para que este personal pues saliera de la zona. Esta gente salió, destruimos el campamento y a los cuatro días encontramos el cadáver del piloto atado a la silla de inyección, procedimos a evacuarlos y de allí en adelante una campaña muy fuerte con el objeto de tratar de detectar nuevos campamentos en el área.

Indudablemente de estas operaciones tuvo conocimiento el señor Presidente y en una oportunidad, hay algunos documentos de eso aquí, estoy seguro porque sabía que era uno de los temas bastante álgidos. El día 11 de febrero del 2001 estando de visita en el Vigía, Estado Mérida me le presenté y le dije los problemas exactos que teníamos con la guerrilla y solicité del señor Presidente las políticas de estado con el objeto de preservar la legalidad de las operaciones que yo como Comandante del Teatro de Operaciones podía conducir en cualquier momento, y lugar donde detectara elementos irregulares en territorio venezolano con el objeto de preservar la soberanía y la integridad de nuestro territorio, así como proteger a los ciudadanos venezolanos en el área.

De esto pues iniciamos muchas otras operaciones, destruimos otros campamentos, los informes están allí y por supuesto cuando yo me retiré del Teatro de Operaciones en agosto, el 7 de agosto después de haber descubierto uno los últimos campamentos en el mes de junio fui transferido de ese lugar, dejé públicamente en un discurso mi posición frente a la actuación de la guerrilla en territorio venezolano y además mi consideración de que las actividades que ellos hacían allí como control de territorio, catequitación, extorsión, robo, asesinato, etc., etc., debían ser considerados enemigos de la Fuerza Armada Nacional. Dos días luego de esto el señor Presidente me mandó a buscar para que le explicara por qué yo había dicho eso.

Por supuesto mis argumentos están escritos y no tienen ninguna manera de que sean refutados, porque inicialmente está la patria y el cumplimiento de mi deber como venezolano y luego esta lo demás, Si había algún interés o algo en particular para el manejo de esa situación yo lo solicité también cuales eran las políticas de estado y en la visita del señor José Vicente Rangel al Comando del Teatro de Operaciones, en presencia de aproximadamente 16 generales yo le pregunté ¿cuales son las políticas de estado? y él manifestó ¿cuántos muertos nos puede implicar nosotros envolvernos en ese conflicto?. Yo le pregunté a él ¿cuántos muertos cuesta la soberanía de un país?. Todos los que sean.

De tal manera que yo pienso que a lo mejor había algún tipo de posición radical de parte mía que no permitía mi permanencia en el Teatro de Operaciones como lo hice durante diez meses, en términos de mantener una posición junto con mis oficiales, pienso ajustada a lo establecido en la Constitución Nacional, ajustada a la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional y ajustada al cumplimiento del deber, el patriotismo y la integridad, principios y valores que rigen a los oficiales de la Fuerza Armada Nacional.

Pregunta No. 4. Usted que ha sido Comandante de Tropa y Segundo Comandante de la Guardia de Honor, destacada en Casa Militar ¿qué opina del Plan Avila?

Aquí se habló de una reingeniería del mismo, ¿qué es esto? ¿La Casa Militar controla el área circundante a Miraflores?

¿En casos de desórdenes públicos por seguridad, son apostados personal de la Casa Militar en las azoteas aledañas? ¿Por qué no se hizo el 11-4-2002?

Yo fui segundo comandante del Regimiento de la Guardia de Honor desde julio del año 92 hasta febrero del año 94. Eso quiere decir que yo estuve el 27 de noviembre como Segundo Comandante del Regimiento de la Guardia de Honor, estuve presente el 20 de mayo cuando se fue el Presidente Pérez; estuve un mes después, cuando se fue el Presidente Octavio Lepage; estuve cuando llegó el señor Ramón J. Velásquez y me fui tres días antes de que recibiera el doctor Caldera, por ahí y tomando este ejemplo, por decirles algo, les puedo decir mi posición institucionalista y constitucionalista en términos de permitir y garantizar que cada Presidente, fuese cual fuese, sucediera respectivamente a cada uno de los que había relevado.

El punto es que el regimiento de la Guardia de Honor mantiene planes operativos vigentes y puede controlar todos los edificios y todas las alturas alrededor del Palacio Blanco, del Palacio de Miraflores y el Regimiento de la Guardia de Honor, tienen llaves, al menos así era en mi tiempo, de las azoteas de todos esos edificios, aparte del que tiene el conserje y acceso directo, con el objeto de controlarlo en cualquier sentido.

Si aquí hay cualquier tipo de alteración del orden público y en aquella oportunidad teníamos desorden público del lunes al mediodía al viernes en la tarde o al jueves en la tarde, porque los venezolanos, su idiosincrasia normalmente no le permite, no lo deja, en su naturaleza protestar desde el viernes en la tarde hasta el lunes al mediodía.

Ahora por supuesto hay marchas y cuestiones de esas, hay otra situación, pero me refería a protestas de calle, como las que había en ese tiempo.

De tal manera que en toda oportunidad, por ejemplo, si nosotros movíamos a los presidentes de aquí al Capitolio o mejor dicho del Regimiento de la Guardia de Honor a esta casa, tomábamos todas la alturas y más cuando estaba el Presidente Pérez, sobre el cual habían muchas amenazas, acaba de suceder el golpe del 27 de noviembre y que se iba caminando, a pesar de las consideraciones y las recomendaciones que se le hacía para que no lo hiciera, pero había que tomar todas las alturas y todas las alturas se tomaban solamente P o B de edificios, el comandante del Batallón de Seguridad habría su llavero, edificio tal, azotea tal, directo, pero tenía el control de todo eso y los candados los teníamos nosotros y el conserje, nadie entraba a ninguno de esos lugares.

No sé exactamente cuál es la situación, pero así era en esos momentos, pero si en este momento hubo francotiradores en ese lugar, si no tiene las llaves, entonces es acceso directo y eso representa una falla en la seguridad de la vida del Presidente y las instalaciones presidenciales, lo cual es una de las misiones principales más importante del regimiento de la Guardia de Honor.

En segundo lugar, si tenía las llaves, entonces alguien accedió a que francotiradores ocuparan las alturas de esos edificios, no sé exactamente cuáles son los edificios, pero esta mañana, viendo unos videos de Globovisión, yo pienso que algunos de esos edificios están bajo el control del Regimiento de la Guardia de Honor en términos de la seguridad.

Indudablemente depende de la magnitud de la amenaza para ejecutar esos POB, probablemente se consideró que la magnitud de la amenaza de esa marcha no era necesaria para ocupar los edificios, pero si no lo ocupó el regimiento de la Guardia de Honor, no podía ocuparlo más nadie, porque se pone en peligro la seguridad indudablemente de o quien venga hacia acá o quien trate de entrar en el Palacio en cualquiera de los casos.

El Plan Avila. Aquí se habló de la reingeniería del mismo, ¿qué es esto? Señores, el Plan Avila para mí es un plan represivo e inconstitucional. El objetivo final del Plan Avila en el último caso es que un soldado tome su armamento y defienda su posición a todo trance y a todo trance significa pasar de acuerdo a los procedimientos por decir estoy armado, decir tengo un pito, estoy armado, hacer tres disparos al aire, y en última instancia atacar a todo lo que se le acerque, poner a las tropas en contacto con personal civil y más en una situación de estas, indudablemente es un peligro, no importa la reingeniería que haga, pero un soldado, por ser soldado y no guardia nacional, por supuesto tiene que tener un equipamiento individual y ese equipamiento individual del soldado implica un fusil, un fal, un FAP, una ametralladora, pero es un arma de guerra y no es para combatir ni para ser utilizado en ese sentido.

De tal manera que esa reingeniería, por supuesto respeto al que lo está tratando de hacer, hay que hacerla. Yo pienso que deben tomarse, diríamos medidas, con el objeto de garantizar en función de nuestra Constitución esa reingeniería debe hacerse a corto plazo o mejor dicho, mantenerla vigente en caso de que se presente cualquier situación de orden público en la cual estén desbordadas la Policía Metropolitana y la Guardia Nacional, que es la última instancia para activar ese plan.

La Casa Militar controla el área circundante a Miraflores, ¿en caso de desórdenes públicos, por seguridad son apostados personal de la Casa Militar en las azoteas aledañas?

Ya contesté eso. Indudablemente que eso es una responsabilidad aquí y en La Casona y en Turiamo, en cualquier lugar. La misión del Regimiento de la Guardia de Honor es preservar la seguridad física del Presidente de la República, su familia y las instalaciones presidenciales.

Pregunta número 5. Usted fue destituido del Comando de las Escuelas de la Fuerza Armada Nacional por sus cartas internas a sus jefes superiores sobre la politización de la Fuerza Armada Nacional, ¿cómo cree que las Fuerzas Armadas Nacionales sean politizadas?

Hay algunos documentos que poseo y que están aquí, en los cuales le he escrito inicialmente, pero esa historia no empieza del Comando de las Escuelas. Esa fue ya probablemente la última acción de mis superiores para decirme quédate tranquilo, no hables más de la institucionalidad, olvídate de eso.

Sencillamente porque en el año 2000, en julio del 2000 yo era Director de Personal del Ejército y en esa oportunidad el señor Lucas Rincón Romero empezó a dirigirse al personal militar con términos de Judas, etc., etc., que iban directamente relacionados con algún dirigente político que había sido militar o no, pero que había estado del lado del Presidente y en ese momento a lo mejor se separaba y les pongo un ejemplo, el Teniente Coronel Arias Cárdenas.

Y cierta motivación política hacia las reuniones que se hacían con el personal militar, ya sea teniente, oficial subalterno, suboficiales, profesionales de carrera, tropas profesional o cualquiera.

Hicimos un estudio de autoestima en Maracay, considerando que teníamos cierta información de que los oficiales subalternos tenían cierta incomodidad acerca de su desempeño y su atención por parte de los superiores, de allí encontramos algunas novedades y esto reposa o debe reposar, supongo, en el Comando General del Ejército, en la Dirección de Sicología a cargo del Coronel Zerpa.

Una de las novedades que ellos manifestaban era la falta de credibilidad en el discurso de los oficiales generales. Yo le recomendé al ciudadano General Lucas Rincón Romero, Comandante General del Ejército en esa oportunidad, mi General, es necesario cambiar el discurso para el personal subalterno.

El discurso debe ser y es la primera recomendación entre una serie de recomendaciones, porque por ejemplo, los oficiales decían existen ensañamiento en la disposición de sanciones a las cuales carecer de criterio en muchos casos ponen en peligro la carrera del personal, etc., etc.

No hay respuesta a los planteamientos de los oficiales, las transferencias y designaciones, etc., pero de las recomendaciones de la Dirección de Personal, la primera fue delimitar el tipo de discurso, mensaje de la oficialidad subalterna, ver lámina siguiente.

¿Cuál era el mensaje que debía adoptar el generalato y particularmente el Comandante General?

Un mensaje que por ningún motivo exteriorice parcialidad o exponga pasiones políticas o tendencia hacia determinado sector, que pudiese interpretarse como una influencia canalizada y negativa hacia la institucionalidad y que en consecuencia pudiese romper la cohesión y unidad del Ejército en sus diferentes niveles.

Yo, señores diputados, estoy hablando del 14 de julio del año 2000. Hoy no haber oído esta recomendación hace que yo pueda decir con propiedad a esta honorable cámara, que la Fuerza Armada está fracturada.

De tal manera, señor Diputado Marquina, que esta historia no empieza porque a mí me hayan destituido del Comando de la Escuela, ya la situación se agravó más porque no era cuestión de esa ruptura sino era cuestión ya de recuperar la institucionalidad de todo el Ejército y en ese caso, yo haciendo mi planteamiento al Comandante General del Ejército, el cual por ningún motivo o por ninguna razón tenía tintes políticos de ningún tipo de orientación, por decirlo así, se fundamentaba en lo siguiente, la preservación de la integridad e institucionalidad de la organización y la regulación del tema político del Ejército, única y exclusivamente a los intereses institucionales del mismo.

Quiero decir, no estoy restringiendo totalmente el tema político, estoy diciendo en caso de que sea para intereses netamente institucionales del Ejército, debe ser regulado y su proyección y participación apartidista en el desarrollo del país, de acuerdo a la propia interpretación de la Constitución, en y para beneficio del pueblo como un todo, así como evitar el empleo de la imagen de la organización para fortalecer y proyectar una forma o modelo político partidista o ideología personal, en particular como elemento de intimidación o amenaza hacia masas oponentes o a la sociedad civil en general.

Cuando me llamó el General Lucas Rincón Romero sobre este informe, me preguntó, mira González ¿y qué significa esto de fortalecer o proyectar una forma o modelo político partidista o ideología personal en particular?

Y yo le respondí, mi General, sencillamente que las Fuerzas Armadas no son ni de los adecos ni de los copeyanos ni del MVR ni de ningún partido político, son de la nación y deben respetarse en ese sentido porque vamos a seguir teniendo problemas.

Esa fue una de las tantas entrevistas que yo tuve con el ciudadano General de División Lucas Rincón Romero, por supuesto me entregaron una carta donde decía que al yo hablar de no apoyar a un partido político, estaba siendo proselitismo político, cuando solamente estaba haciendo referencia a una situación, pero no en la práctica, por supuesto, y eso fue, por supuesto, lo que a lo mejor rebasó el vaso con respecto a mi posición de tratar de preservar la institucionalidad.

Hay algunas cartas aquí, pero no quiero extenderme al respecto, en la cual también le envié una comunicación al General en Jefe Lucas Rincón Romero el 21 de octubre, en la cual le hacía ver la necesidad de su posición como Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional, para que asumiera la institucionalidad y el liderazgo necesario dentro de las Fuerzas Armadas porque se estaban desviando hacia áreas muy peligrosas y que podían romper, como una vez lo dije, la cohesión de las Fuerzas Armadas.

¿Cómo cree que las FAN se han politizado?

Definitivamente se han politizado con todos estos discursos, cómo es posible que aquí existan coroneles ayudantes de la señora Adina Bastidas, me disculpa, no es culpa de ella, pero ese es un edecán, dónde está escrito que le sale un coronel o dos coroneles a un funcionario público, mientras que ese coronel debe estar en su cuartel haciendo lo que tiene que hacer.

¿Es que no hay venezolanos en la sociedad civil que puedan cumplir esas funciones? Esa es mi posición, señores, aquí cada quien tiene que tener su puesto. Yo sé, probablemente dicen los oficiales son muy capaces, los oficiales tienen este nivel, etc., etc., pero okey, yo acepto que sea uno, el General Rabart fue presidente de la CVG, de PDVSA, etc., etc., y fue uno de los mejores que pasó por allí, pero no quiere decir que entonces todos los oficiales o la mayoría de los oficiales tienen que estar cumpliendo funciones políticas como el Teniente Coronel Rodríguez Torres, que acaba de pasar a ser director de la DISIP, pero antes era el organizador de los Círculos Bolivarianos y podía ampliamente en un periódico en un medio de comunicación, evitar una página política sin que nada pasase, absolutamente, porque él sí tenía derecho.

Existen oficiales dentro de la administración pública, que tienen dádivas en términos de remuneraciones especiales porque trabajan aquí. Yo quisiera saber qué pasa cuando un oficial viene de la frontera, Capitán Carreño, por allá, que está metido en la frontera y entonces resulta que él viene aquí a Caracas y se encuentra con el compañero, con quien sea y le dice yo trabajo en tal parte y me gano tanto de más, un rebusque, como dicen por ahí y el que está en la frontera, dura 45 días metido allá, sale por 10 días y vuelve a regresar, lo único que lo salvan son los viáticos que le dan de vez en cuando.

Entonces señores, esa es mi posición, yo no estoy aquí contra ningún partido, yo no estoy aquí contra el señor Presidente de la República, yo estoy contra los manejos que se están haciendo y se han hecho en las Fuerzas Armadas desde el punto de vista político e igualmente el que tenga aquí, quiera un cargo, tiene que manifestar abiertamente que está con el partido de Gobierno, si no está execrado, eso no es desde este momento porque tuvimos esta situación, eso es desde hace mucho tiempo.

Entonces ¿están politizadas o no las Fuerzas Armadas? Yo quisiera que existas una opinión contraria porque yo me he opuesto constantemente a esa politización y he trabajado en cargos que rayan con la parte política y no los he aceptado.

¿Qué opinión tiene usted sobre el perfil de los oficiales involucrados en los hechos del 11 de abril? ¿Cree usted que se están ocultando parte importante de los hechos por parte del Presidente, del Vicepresidente y el Ministro de la Defensa?

En la primera parte de esta pregunta ¿qué opinión tiene usted sobre el perfil de los oficiales involucrados en los hechos del 11 de abril?. El Ministro de Relaciones Interiores, Rodríguez Chacín cuando yo me pronuncié dijo, que yo era un oficial más del montón, que yo no tenía nada que perder, que el General González González tenía problemas administrativos y por eso aparecía haciendo ese pronunciamiento.

Yo les voy a decir señores, yo si tuve, tengo y tengo todavía mucho que perder, a mi me quedan dos años de carrera o me quedaban, porque yo asumo toda las responsabilidades de lo que he hecho hasta este momento, porque yo no estoy jugando a perder a lo que hizo el General Néstor González González en términos de 30 años de carrera. Yo estoy jugando a perder lo que pierda por mi país, por mi institución y por todos los venezolanos que están ya afuera, viendo todo lo que está pasando y que aquí nadie hace nada, odios, diferencias de clase, pobreza, etc. etc., y no entro dentro de esos campos porque no es mi campo, no soy político, pero sí entro dentro del campo de la institución y veo el degradamiento, el involucionamiento, como decía el doctor José Miranda Pinto en un artículo escrito por allí.

Sí tenía mucho que perder, perdía un prestigio que lo mantengo porque no me lo pueden quitar a lo largo de esa carrera, pero perdí una carrera, probablemente mi familia ha tenido que someterse, diríamos a la tensión de que yo me encuentre en esta situación, un día le dije a mi esposa cuando las cosas se pusieron un poquito duras, ya de estos cambios y cuestiones de esas y me dijo, ¿y tu esposa y tus hijas? Y le manifesté, son dos nada más, pero aquí hay millones de esposas, millones de padres y millones de hijos a los cuales hay que responder y de unas Fuerzas Armadas que tiene que responder en términos de seguridad y defensa por todos esos venezolanos, de tal manera que yo sí tengo mucho que perder, demasiado tengo que perder, y por supuesto, someterme al escarnio público de quienes están de acuerdo con esta situación o esta posición, pero señores, como yo dije anteriormente, mi dignidad no tiene precio, y si alguien tiene que decirle al señor Presidente como se lo dije muchas veces, o a quien tenga que decirle, esto no está caminando como tiene que caminar, habrá que decírselo, pero no podemos ver cómo se parte a pedazos una institución, me refiero a Institución Armada, sin entrar en el país, y quedarse con los brazos cruzados.

Inclusive alguien dijo por aquí en esta misma sala: es que los generales hacen lo que hacen porque no tienen nada que perder, entonces invitan a los subalternos a que se alcen o que los acompañen, no señores, cuando yo estoy parado aquí como dije, este es un ejército real lo que yo veo, no es el ejército virtual, es porque un subalterno escribe en un periódico “ya no queremos vender más tomate” o se me acerca para decirme, pasa esto mi General cómo hacemos, estamos en esta situación, entonces no es que uno los trae, cuando yo hice algo o hay algún oficial, nadie lo invitó y el que diga que yo lo invité a hacer algo diferente, lo único que he hecho es oír lo que pasa y hacérselo saber.

Yo pienso que en función de esto de qué es la institucionalidad, por qué está fracturado el Ejército? Sería bueno leerles la carta que yo le envié al señor Presidente el 8 de diciembre, manifestándole la situación en que nos encontrábamos y ustedes señores por favor les ruego que me permitan un minuto.

Percepciones y recomendaciones al señor Presidente a fin de mejorar su imagen, confianza, credibilidad, aceptación y prestigio por parte de la sociedad civil, especialmente la Fuerza Armada Nacional y la comunidad internacional, obedeciendo al deseo del señor Presidente de que se le informe de cualquier inquietud que afecta a nuestra Institución.

Fuerte Tiuna, 8 de diciembre del 2001.

Señor Presidente.

Motiva la presente mi preocupación por la situación actual de nuestro país y los momentos difíciles por los cuales sin duda usted atraviesa en estos momentos. En la confianza de que sabrá interpretar la sana intención de mis palabras, confianza que usted mismo me brindara al pedirnos que le hiciésemos llegar cualquier inquietud que tuviésemos a bien, manifestarle.

La situación política y social exige un cambio significativo en la actitud y posición del señor Presidente hacia la sociedad civil, hacia la Fuerza Armada Nacional y la comunidad internacional, de tal manera que identifique y proyecte al país como sus habitantes lo desean y como lo exige una realidad mundial y no con pretensiones ideológicas e intereses hegemónicos.

Señor Presidente, es imperante hacer de su conocimiento en forma directa y sincera y muy leal, lo que he visto y oído dentro y fuera del Cuartel a personal militar de diferentes niveles, y porque quizás a usted no le hablan claro. Hay gente, y por supuesto, entre ellos militares que no le apoyan cuando usted dice que “la revolución tiene aviones y tanques”, cuando usted dice “que cuenta con el apoyo de la Fuerza Armada Nacional”, cuando usted dice “que no hay guerrilla, que la misma no es enemiga de nosotros” y se resintieron cuando se les ordenó ir a recibirlo al Aeropuerto, a su llegada de Europa y se resienten de su posición con los Estados Unidos, y se resienten de su discurso político a las unidades militares, y hay muchas cosas más que le describo en el párrafo posterior.

Los puntos que a continuación le expongo son mi percepción y comentarios de las carencias y acciones que en mi opinión han llevado a su Gobierno a la crisis que en estos momentos afronta, dichos puntos son el sentir de los venezolanos, manifestado en forma general por ellos mismos, incluyendo principalmente a miembros de la Fuerza Armada Nacional, a diferentes niveles, los cuales junto a su familia están inmersos y viven tal situación social, entre paréntesis (en la Rosaleda, Fuerte Tiuna y Charallave, tocan cacerolas). Además existe un descontento generalizado que no se trata de sueldos estrictamente, sino porque se percibe que se está tratando de llevar a los venezolanos y a la Fuerza Armada Nacional a donde no quieren llegar y donde jamás han estado, por un camino y un medio que no es el más indicado, ni con el trato que se merecen.

Entienda señor Presidente la idiosincrasia de ese pueblo y de su Fuerza Armada Nacional, que ni siquiera en los años 60 se dejó dominar por muchos de quienes hoy lo acompañan y de que el interés nacional está muy por encima del interés político e ideológico personal, porque de no entenderlo así y radicalizar el problema nos veremos enfrentados en una mortal guerra civil.

Yo lo veo a usted con mucha confianza al respecto, y con toda sinceridad, lealtad y aprecio, hago de su conocimiento esta situación, porque muchos de esos comentarios, murmuraciones o como usted los quiera llamar tienen mucha lógica y veracidad, no utilizo el órgano regular para hacerle saber todo esto porque sencillamente se que jamás le va a llegar, porque usted, pienso, no tiene quien le diga lo que no le gusta. Y si ya tiene conocimiento al respecto, entonces, somos dos los que estamos al tanto de esta situación, sin que lo considere una forma de presión, estudie y analice lo que he recogido en el Ejército y tome lo que usted considere pertinente, como factor militar para decidir cualquier corrección en la orientación de la dirección del país. Recuerde que aunque somos apartidistas y no deliberantes, los puntos planteados en las recomendaciones afectan directamente o indirectamente a la institucionalidad de la Fuerza Armada Nacional, y aunque dentro de la Fuerza Armada Nacional, las opiniones están divididas a todos los niveles, en su mayoría están a favor de los posibles ajustes o recomendaciones que a continuación le expongo:

Es necesario reorientar su política y en este sentido le sugiero sacar tajantemente a la Fuerza Armada Nacional del juego político.

Dejar de utilizar la imagen de la Fuerza Armada Nacional como elemento de respaldo y autoridad, para intimidar, amedrentar y amenazar al pueblo, así como utilizar su personal, equipos e instalaciones para apoyar y sustentar propaganda en fines políticos.

Dejar de utilizar el uniforme y hacerlo únicamente de acuerdo a lo establecido en la Ley y Reglamento del uso de uniformes, tal como lo hacen los oficiales retirados.

Dejar de utilizar el discurso político para acusar a instituciones civiles cuando se dirige a las unidades militares.

Hablar personalmente claro con los generales y dejarlos hablar a ellos. ¿Cuál es el diálogo?, “al que no le gusta que se vaya”, se van a quedar y son ellos los que no van a querer hablar con usted.

Abandonar el proyecto de cambiar el actual uniforme del Ejército.

Dejar de insultar, amenazar e irrespetar a instituciones y personalidades de la vida pública.

Dejar de fomentar la atención y lucha de clases.

Mirar hacia el futuro y dejar el odio, por lo que en el pasado se hizo o no se hizo.

Reorientar la política internacional y mejorar e incrementar las relaciones con los Estados Unidos.

Reducir las relaciones con países comunistas y/o relacionados con el terrorismo, particularmente, a los venezolanos y a los miembros del Ejército no les gusta Cuba ni Fidel.

Dejar a un lado la intención de llevar a Venezuela a la militarización, ganarse al pueblo venezolano como un todo, para respaldar su proyecto con ellos y no exclusivamente con las Fuerzas Armadas Nacionales, versus el pueblo.

Dejar de cubanizar al país. Nosotros no somos mejores que ellos, pero tampoco ellos mejores que nosotros. Entienda que se trata de idiosincrasias diferentes.

Investigar los hechos de corrupción y en justicia, tomar las medidas del caso.

Suspender las cadenas, diríjase al pueblo únicamente cuando la situación realmente lo amerite, no le conviene exponerse innecesariamente a la crítica de su detractores.

Convocar a los representantes de la sociedad civil, a la Iglesia, etc., y gáneselos, o póngalos a su lado e inclúyalos en planes de inversión, desarrollo y educación.

Preste la debida atención a la frontera venezolana, a sus habitantes y productores y a la permanente y constante penetración y violación de la soberanía del territorio, por parte de la guerrilla.

Deje la relación amistosa y la flexibilidad que mantiene con la guerrilla colombiana, que eso podría verse como una negociación de la soberanía e integridad de nuestro territorio.

Incremente la asistencia y mejoramiento de las Fuerzas Armadas Nacionales en todos sus sentidos.

Reajuste y devuelva el presupuesto de la Fuerza Armada Nacional y abandone la intención de debilitarla y reducirla en su capacidad, estatus, prestigio y credibilidad.

Recuerde que nuestra vecina Colombia cada día se hace más fuerte, así será recordado como el Presidente que mantuvo y modernizó la Fuerza Armada Nacional y no el que la desgastó, debilitó, destruyó y desapareció aún cuando manifestaba públicamente que la amaba.

Dejar que la Fuerza Armada Nacional retome sus programas de entrenamiento, mantenimiento y desarrollo.

Consultar con las instituciones involucradas, las posibles reformas, cambios o reorganización de sus estructuras y procedimientos a fin de evitar conflictos.

Minimice el empleo de la Fuerza Armada Nacional en el Plan Bolívar, implementando otros métodos e instituciones civiles para su planificación, ejecución y desarrollo.

Deje de ayudar humanitariamente a todos los países del mundo, hágalo estrictamente con los que realmente lo necesiten y particularmente cuando utiliza a los miembros de la Fuerza Armada Nacional.

Haga énfasis en nuestra propia gente.

Deje la palabra Revolución a un lado, porque en este momento, lo único que identifica es opresión, ofensa, amenaza, dictadura, totalitarismo, etc.

Una vez más le reitero, que estas observaciones que hago son el producto de lo que oigo, veo y percibo a diario y sólo persiguen el beneficio de la institucionalidad de la Institución, valga la redundancia, y la paz, tranquilidad y progreso de nuestro país.

Lo que realmente me preocupa señor Presidente es el futuro de la Patria y tú lo tienes en tus manos. Lo cortés no quita lo valiente, por favor. Todos te queremos ayudar.

Con mucho aprecio y sinceridad, Néstor González González, General de Brigada, Comandante de las Escuelas del Ejército.

En esa carta señores se resume cuál es mi posición y mi inquietud referente a la Institución armada, ahí no hay nada político en términos de la relación sociedad civil-política y Fuerzas Armadas Nacionales, porque esos términos por decir, “revolución” dentro de nuestros cuarteles implica automáticamente la participación, y hay una carta de contestación a ésta del 27 de diciembre en la cual, indudablemente no hay ningún tipo de respuesta a una observación, que muy decentemente y con todo respeto hace un General de la República a un señor Presidente para decirle, por favor Presidente, no deje que se fracture esta institución, porque vamos a tener problemas.

De tal manera que cuando hablamos de ¿cuánto me cuesta, cuánto le cuesta a un oficial de mi nivel una situación de esta?, ahí está la respuesta.

¿Cree usted que se está ocultando partes importantes de los hechos por parte del Presidente, del Vicepresidente y del Ministerio de la Defensa?. Para muestra basta un botón. Aquí estuvo el General Lucas Rincón y sabía de la novedad que le pasó el Capitán Fossi, O´Bryan, perdón, y no dijo nada en el momento que tenía que decirlo. Aquí estuvo el doctor José Vicente Rangel y él no dijo nada que le había dado una orden o que había dicho algo de los círculos bolivarianos. Aquí hay muchas verdades que no se han dicho y muchas mentiras que se han mantenido, sintiéndolo mucho es así. Ojalá lleguemos a la verdad de todo esto, pero pienso que hay mucho todavía que descubrir.

¿Qué puede suceder a corto y mediano plazo dentro de la FAN, si no se retoma la institucionalidad?. Ayer, el General de División Julio García Montoya, Comandante General del Ejército dijo: “La Fuerza Armada, los oficiales, hay completa normalidad y ellos apoyan completamente pues todo este proceso, porque ellos son parte del pueblo y el pueblo acepta esto” y su familia también es del pueblo, qué errado está o que equivocado está mi General Julio García Montoya, porque esa familia de esos oficiales están inmersas en el problema social que vive toda la sociedad venezolana, lo vive mi esposa, lo vive la esposa de cualquiera de esos oficiales, y la mayoría están en esa situación, quien es la minoría que a lo mejor no está tanto?. Los que están del lado del oficialismo, en cargos que están directamente relacionados con esto.

Pero por eso yo decía que en Fuerte Tiuna, en la Rosaleda y en Charallave, tocan cacerolas, no tocan cacerolas los oficiales, señores, quien toca las cacerolas son las esposas y las familias de esos oficiales. Si eso pasa, y a mi me dicen que aquí hay, que todo está bien dentro de las Fuerzas Armadas como lo dijeron hace un mes, dos meses atrás, “todo está normal”, señores aquí no han cambiado las reglas del juego en absoluto, por ahí hay unos manifiestos de los Comacates, Comandantes, Mayores, Capitanes y Tenientes, eso está vigente señores. Cuando yo transmití alguna novedad o alguna inquietud, es porque yo oigo allá abajo, “El General Lucas Rincón Romero me preguntó ¿es que el ejército que tu ves no es el que yo veo?.” ¡Ah!, sencillamente porque el ejército que ven aquí arriba es el ejército virtual, ese sí es virtual, el que yo quiero oír y el que yo quiero ver, de lo contrario González, como me dijo el General Lucas Rincón Romero, “tu eres un escuálido”, por supuesto le tuve que decir que no me faltara el respeto.

Entonces ¿ese es el ejército que no quiere ver, pero para los líderes que se meten allá abajo a trotar por los tenientes y con la tropa y se meten en los baños a ver cómo están?, entonces sí se enteran de todo lo que está pasando allá. Y eso hay que decirlo. El General Lucas Rincón Romero, cuando yo le plantee de parte esta situación me dijo: “bueno, eso es culpa de los generales, y ¿qué haces tu?, tu eres General”. Yo le dije, yo me dedico a orientar mi tropa, yo me dedico a hablar con mis coroneles directores de Escuela, yo me dedico a prestarle atención, y estoy sentado aquí para pasarle a usted la novedad de lo que está pasando, a eso se dedica este General.

Búsqueme aquí otro General que se haya sentado aquí a hablarle a usted con tanta claridad, y con tanta responsabilidad, y asumiendo todas las consecuencias de lo que pasa en nuestras Fuerzas Armadas, cuántos han pasado?, me sobran dedos en esta mano, probablemente, primero porque no lo oyen y en segundo lugar porque el que se siente ahí a decir algo, automáticamente están fuera del contexto del oficial que queremos, del calladito, del que cumple estrictamente las bases fundamentales de la organización: 2: disciplina, obediencia y subordinación. El único problema es que hay oficiales, muchos dentro de la organización que son, cumplen la parte disciplina, obediencia, pero no sumisión y subordinación y ahí está el secreto de esto. Es necesario señores y lo digo públicamente y con todo respeto y se lo digo a esos señores oficiales de los cuadros medios, es necesario prestarles atención, es necesario ver las necesidades directamente hacia abajo, no olvidarse por decir aquí y sentarse únicamente, “todo está normal, todos están bien, aquí no ha pasado nada”. Aquí están las consecuencias. O sea que aquí hay antecedentes de lo que pasó el 11, reaccionar como reaccionaron los oficiales, o toda la oficialidad, al ver lo que estaba pasando, una masacre, etc., etc., cuánto hubo que decirle, absolutamente nada. Epa, no los respaldamos.

Yo señores, con toda responsabilidad lo digo y asumo, esa misma responsabilidad en el comando de las escuelas, cuando los oficiales me vieron les dije: señores, no podemos permitir que las tropas masacren al pueblo. Yo lo dije, señores, so pena de incriminarme, pero yo lo dije, ¿por qué? Porque eso era lo que iba a pasar. Los oficiales que estaban allí no tenían comando de tropa, eran los que estaban allí, más nada, pero eso era así.

A corto y mediano plazo, realmente no sé qué va a pasar, pero es necesario retomar esa institucionalidad. Yo pienso que los señores oficiales de los cuadros medios deben dirigirse como una medida inmediata a sus superiores y manifestarle su inquietud, y esos superiores... En el estudio que yo hice en el año 2000, decía que las novedades no pasaban de nivel de los batallones hacia las brigadas, y de la brigada hacia la división, o sea que se estancaban. Yo pienso que es tiempo de revisar eso con toda la buena voluntad, y que a lo mejor no es lo que me trae aquí, dar estas recomendaciones, pero es una pregunta que hay que responder.

¿Por qué, General, usted considera que las FAN están fracturadas? ¿Cuáles son las causas? En el tiempo que tengo hablando yo pienso que ya hay todo un recorrido de cuáles son las causas por las cuales las FAN están fracturadas: falta de atención, desprestigio por la politización, cuando un oficial va a un restaurant y le empiezan a hacer así, eso es ¿por qué? Porque identifican el uniforme sencillamente con un partido político al cual el pueblo no le tiene confianza o no le agrada, o no le gusta, o no lo quiere, sencillamente por eso. El que me diga que es diferente, pregúntele a cualquier oficial, que me diga por qué es. O es que a lo mejor es porque al oficial no le gusta el uniforme.

¿Cuánto antes en toda la historia militar de mi vida, 32 años, cuatro en la academia y 28 de carrera, donde yo llegaba alguien decía algo así, o tocaba una campanita, o decía algo? Muy por el contrario, no importaba el nivel de la sociedad donde uno estuviese, bastaba tener un uniforme para decir: este es un miembro de las Fuerzas Armadas, de cualquier nivel.

Entonces, ¿ahora por qué será que pasa eso? Me pregunto. Si hay alguna otra respuesta me la dicen, porque ese desprestigio no se lo ganó la Fuerza Armada, porque la Fuerza Armada está en la frontera, la Fuerza Armada está en los cuarteles –entre comillas- haciendo su trabajo. Alguien le dio ese privilegio de que cuando lleguen a un lugar público le empiecen a tocar las campanas, y no es de agrado, entre paréntesis, ni es un aplauso, es de desprecio.

¿Qué significado tienen sus palabras, que usted tenía un año y diez meses efectuando planteamientos verbales y escritos a sus superiores sobre la situación del país? El significado sencillamente es un reclamo, o un reclamo no, es un planteamiento institucional. Yo le dije una vez al General Lucas Rincón Romero, por cierto en una reunión social, tomándonos un whisky, que los oficiales y los generales, y todo el mundo, también se toman su trago de vez en cuando ¿verdad? Y hablando con él le dije: mire mi General, ¿usted no cree que es recomendable que no introduzca más el tema político con los oficiales, etc., etc? Y el General a medida que yo iba hablando se molestó, y me dijo: ¿o sea que yo estoy haciendo proselitismo político? ¿O sea que tú no respetas al Presidente? ¿O sea que no te ascendió el Presidente a ti? O te vas tú de aquí o me voy yo. Yo me molesté señores, y le dije: se va usted, porque yo estoy haciendo mi trabajo, le estoy recomendando algo a un superior. Y si el señor Presidente me ascendió a mí a General, no es para decirle mentiras, no es para engañarlo, no es para tapar las cosas, es para decirle ¡aquí está pasando esto! Y que lo oigan, porque los generales tienen que oír.

De tal manera que si hay esas reacciones, señores... Por supuesto, de ahí fui a parar al Teatro de Operaciones N° 2. Zamuro cuidando carroña, ahí está el problema. Para allá me mandaron. Pero sin problema, señores, yo soy un soldado y voy a donde vaya, yo soy un guerrero.

¿Qué opina de las destituciones y nombramientos recientes, consecuencia del 11 de abril? En julio del 92, cuando hubo el golpe, yo era comandante del grupo de artillería José Cornelio Muñoz, en Morotuto, Coloncito, Estado Táchira. Así es que, señor diputado, creo que me vio por allá en aquellos tiempos. Señores, y yo recibí cualquier cantidad de subtenientes castigados para la frontera, uno de ellos, Barroso, creo que anda por ahí, que fue Alférez mayor de su promoción, me llegó a mí a decirme: mire mi General, vengo a presentarme! Yo iba a disparar en un jeep y me lo encontré en la carretera con su maleta. ¡Móntate aquí, ven acá! Fue alumno mío en la escuela de artillería, entre paréntesis. Yo le dije: ¿qué piensas tú, cuál es tu posición en este momento? Y lo que me dijo fue: bueno, ayer yo le podía dar un tiro a usted, hoy no soy nada! Y yo lo agarré y le dije: mira Barroso, ven acá, tú eres mucho, tú tienes todo, aquí tienes una unidad, tienes un comandante, tú tienes un pelotón ahí que tienes que comandar y salir adelante, así que ¿cuál es el problema? Sal adelante.

Y todos esos oficiales que estaba prohibido darle armamento, prohibido comandar pelotones... ¿Cómo va a estar un teniente o un oficial en la frontera por allá, sin armamento y sin comandar? ¿Por qué? De una vez agarre su pelotón y agarre su armamento y salga adelante. Eso sí, si usted tiene alguna idea contraria se va con su pistola para mi comando, para dos cosas, o para entregármela o para que nos entremos a tiros, una de dos. Pero no hay alternativa.

Ahí no pasó nada. Todos esos oficiales me conocen a mí, y son mis amigos, y los veo, y a nadie, absolutamente a nadie yo traté mal, a pesar de que estaban en esos problemas. Eran exactamente iguales. ¿Por qué? Porque aquí muchas veces se confunde entonces el liderazgo con la parte política dentro de las Fuerzas Armadas. ¿Y qué pasa con eso? Ahí está, volvemos a hablar de fractura.

Esos cambios, señores, tienen que ser con mucho cuidado, indudablemente, como decía ayer el general García Montoya, es necesario probar la lealtad, etc., etc., pero hay unos cambios que rompen ese mismo liderazgo y esa es una de las consecuencias de esa fractura, porque si yo tengo un General de comandante y me ponen un coronel con cuatro años de retardo, indudablemente ese oficial que está acostumbrado a mantener un patrón de carrera y sabe que yo si hago esto voy a llegar a tal parte, ahí empiezan los problemas. Ahí no hay vuelta atrás señores, y el que comande tropas y el que sabe lo que es comando sabe que eso es así.

¿Cuál es su actitud del personal de oficiales en actividad, luego del 11 de abril? Hay mucha confusión, diría yo. Pero los problemas siguen vigentes, exactamente iguales, y resulta que esos Comacate como decía anteriormente, hay que tenerles mucho cuidado. El que tiene ojos que vea, el que tiene oídos que oiga, pero a esa gente hay que atenderla y hay que preocuparse por esto.

¿Qué opinión tiene sobre las declaraciones del Vicepresidente, doctor Rangel, que supone que viene otro golpe? Bueno, Rodríguez Chacín creo que también dijo algo así. ¿Y la declaración del General Lucas Rincón Romero de que no sabe nada de esta posible salida militar?

Esto es un problema esencial. Primero, yo no sé si hay golpe o no hay golpe, si viene un golpe o no viene. Yo lo único que les puedo decir es que hay inquietud dentro de las Fuerzas Armadas.

En segundo lugar, que el Ministro de la Defensa para ese tiempo supiese una cosa y no la supiese el Inspector General de las Fuerzas Armadas tiene que haber un problema, porque los dos deben estar coordinados e integrados cuando están manejando una Fuerza Armada Nacional, y uno es operativo y el otro es administrativo. Yo no entiendo eso. Porque el Ministro tiene que estar consciente y debe saber la magnitud y las consecuencias de todas las operaciones militares que conduzca el inspector, o lo que hago o deje de hacer. Y si el Ministro va a Colombia y tiene que entrevistarse con el Ministro colombiano también, y le hablan de cualquier tipo de situación militar en la cual envuelva desgaste, empleo o cualquiera de esas situaciones, o que le pregunten a uno si hay golpe. No sé, yo estaba en otro lugar en este momento. Y éste: sí hay! ¿Cómo hacemos?

Por último, creo que hemos cubierto bastante de mi disertación. Muchas gracias por su pregunta, diputado. Señor Presidente, muchas gracias.

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